Abusos impositivos

MÁS QUE un gesto por beneficiar al usuario, es evidente que la disminución de clientela aconsejó mermar las tarifas en los aparcamientos públicos de Lugo, pero en cualquier caso es una necesidad o un deber al que debieran de sumarse reducciones de otras cargas impositivas, tal y como está el panorama económico. Por ejemplo, es difícil justificar la negativa a rebajar las del sistema Ora argumentando impedimentos poco convincentes, que de una forma u otra el Concello tiene la obligación de negociar con la concesionaria del servicio, que en realidad tampoco es tal; más que un servicio es un saqueo al automovilista por ocupar un espacio público, como si no fuese suficiente pagar el impuesto de circulación, el que se fija sobre los carburantes o el que demanda Hacienda cuando se adquiere el vehículo. Si cae el poder adquisitivo con la rebaja de salarios, o su pérdida en casos todavía más dramáticos, lo lógico es que se reduzcan en igual proporción todo tipo de arbitrios, y mucho más si extorsionan.

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