Abogados en guardia: turno de oficio

Hablar de que la justicia es igual para todos a veces resulta difícil de defender, pero todos los ciudadanos tienen derecho a ella. En el partido judicial de Vilalba, diez letrados trabajan como voluntarios para garantizar la defensa y el asesoramiento legal de personas sin recursos

ACABAN DE SALTAR a la primera plana tras la polémica surgida a finales de enero, cuando la Dirección General de Tributos decidió que el turno de oficio ya no estaría exento de Iva, pero suelen pasar desapercibidos. Son los abogados de oficio. Prestan un servicio legal desconocido para muchos, minusvalorado para otros o defendido por algunos, con una gran carga vocacional por la que deciden regalar parte de su tiempo -la remuneración que reciben está muy por debajo de lo que cobran habitualmente- para garantizar el acceso de la gente sin recursos a la justicia. Un derecho reconocido por la Constitución.

Tras protestas, críticas y movilizaciones diversas en algunas capitales, detrás de pancartas en busca de la «dignidad» del turno de oficio, a principios de este mes el Gobierno dio un paso atrás para que el servicio público de justicia gratuita siga sin estar sujeto al Iva. Ganaron una batalla y dejaron fuera el temido 21%.

Cobran de la Administración, pero mucho menos de lo que ingresarían fuera del sistema de justicia gratuita. El reembolso económico es sustancialmente más bajo que la minuta habitual y en el turno se paga siempre por procedimiento completo.

«Por un procedimiento ordinario se cobrarían como mínimo 510 euros, según las ratios de la profesión. En el turno de oficio no llega apenas a los 300», explican los abogados, que dicen: «No le llega ni a la suela del zapato».

Los letrados del turno de oficio prestan de forma voluntaria un servicio público con el fin de garantizar el derecho fundamental a la defensa y el asesoramiento legal de cualquier ciudadano, ya sea en el orden civil, penal, social o de lo contencioso-administrativo.

Los abogados deben tener tres años de experiencia profesional para poder acceder como voluntarios al turno de oficio

Con la definición delante, muchos encontrarían motivos de orgullo en un ejemplo de práctica solidaria. Pero ante el desconocimiento de la gran mayoría de la gente sobre esta guardia de voluntarios, los que litigan de oficio están en muchas ocasiones minusvalorados, tanto dentro como fuera de la propia abogacía -sorprende los pocos que quieren hablar con nombre y apellidos-.

En el partido judicial de Vilalba, conformado por los concellos de Begonte, Cospeito, Guitiriz, Muras, Vilalba y Xermade, hay diez abogados en el turno de oficio. De ellos, varios conforman la lista de civil y un total de nueve están en asistencia a detenidos en penal. Y cinco de ellos, también se especializan en violencia de género. A mayores, pueden apuntarse en las listas de lo social o de lo contencioso-administrativo, pero para eso los abogados del partido judicial vilalbés deben prestar sus servicios en Lugo.

FILAS DE VOLUNTARIOS. Cualquiera de los abogados del turno de oficio son voluntarios, pero para poder serlo deben tener al menos tres años de experiencia profesional y pasar una pequeña prueba, que en el caso del partido judicial de Vilalba depende del Colegio de Abogados de Lugo. Además, se requieren cursos en las diversas especialidades.

En civil, social o contencioso, el trabajo es principalmente burocrático. «Te llega una comunicación por correo electrónico y el abogado inicia de oficio los trámites o el papeleo para presentar demanda». No hay una guardia como tal, que implique estar localizable y pegado al móvil las 24 horas de los días asignados. Eso solo ocurre en penal, donde el abogado de guardia asiste al detenido desde el principio, ya sea en la comisaría o en el propio juzgado, hasta el final del proceso, lo que implica no solo la instrucción en Vilalba, sino todo el procedimiento si continúa en Lugo. Es muy difícil rechazar un caso, aunque existen vías legales para intentarlo.

El turno de oficio es de lunes a domingo, los 365 días del año. En una media, tal y como tienen repartidas las guardias en asistencia a detenidos en Vilalba, a cada abogado le tocan dos semanas de guardia al mes, una semana de primeros en la lista y otra de segundos, para recibir la llamada si el primero falla.

Y el teléfono, aunque por supuesto varía cada mes, puede sonar una media de dos veces por semana, calculan los abogados, en unas cifras que se multiplican en el caso de los que también están en la especialidad de violencia de género.

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