Las reacciones políticas a la situación generada en la A-8 tras el trágico accidente múltiple del sábado 26 no dejan de producirse, y todas con un fin común: exigir al Ministerio de Fomento que resuelva las carencias de un tramo de vía inaugurado hace menos de seis meses y en el que se invirtieron 192 millones de euros. Y es que desde su reapertura el pasado martes, cuando apenas circularon un puñado de vehículos hasta que Tráfico volvió a cerrarla apenas una hora después, hasta ayer, la A-8 ha estado operativa de día y clausurada de noche.
El vicepresidente de la Diputación de Lugo, el nacionalista Antonio Veiga, lamentó ayer
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