Como agua de mayo esperaban en el Rácing Vilalbés la primera victoria de la presente temporada. Pero fue bajo la fina lluvia de una tarde de septiembre, ya en la cuarta jornada, cuando por fin pudo estrenar el casillero de partidos ganados en la clasificación. No se le presentaba una tarea sencilla, ya que recibía en A Magdalena al Compostela, que llegaba a la capital chairega contando sus partidos por triunfos.
Para más complicación, el encuentro de este domingo comenzó como ya casi es costumbre que empiecen los partidos del Vilalbés: remando contracorriente, con el marcador en contra. Pero la experiencia en estos casos es un plus, y los jugadores rojiverdes supieron leer el partido para no solo firmar un remontada, sino también golear: 4-1.
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