Recobro de impagados profesionalizado, imprescindible en la actualidad

Es innegable que la situación económica de los lucenses y los habitantes del resto de España no es boyante, ni mucho menos. Todo lo contrario: la crisis sanitaria ha dado pie a que numerosos negocios se vean obligados a cerrar, mientras que multitud de trabajadores siguen en Erte o permanecen en el paro.

Ante tales adversidades es comprensible que se produzcan impagos. Sin embargo, los mismos dan pie a que continúe la cadena de precariedad monetaria. Es por ello que conviene poner fin a este tipo de situaciones cuanto antes.

Así lo indica Cobratis España, empresa especializada que pone de manifiesto la trascendencia que adquiere el recobro de impagados. Lo cierto es que siempre ha sido importante, pero a finales de 2020 más si cabe.

En próximas líneas detallaremos las claves de la relevancia que adquiere el citado procedimiento, el cual tiene lugar en Lugo prácticamente a diario.

Solución muy rápida

No cobrar ciertas facturas pone en un verdadero compromiso a las empresas de Galicia y de todas las CCAA del país, sobre todo cuando se van acumulando dichos impagos. El agujero económico llega a ser de tal calibre que se convierte en una odisea pagar las nóminas de los empleados y realizar otras gestiones rutinarias.

Es por este motivo que conviene poner fin al problema cuanto antes. Por supuesto, también resulta esencial en caso de que se trate de un particular. Un claro ejemplo de ello es el del clásico arrendador que lleva meses sin percibir los ingresos de su alquiler de vivienda.

Pasar a la acción rápidamente es crucial. En el último de los ejemplos sacados a colación se evidencia la necesidad de contar con seguros de impago de alquiler, los cuales se adaptan a todo tipo de arrendamientos: vacacionales, anuales, mensuales y un largo etcétera.

El objetivo es claro: proteger al propietario y asegurarle el cobro de sus cuotas en caso de que el arrendatario, por unos u otros motivos, opte por no continuar pagándolas.

Vía amistosa o judicial

Conseguir que un cliente le pague a una empresa o que un inquilino abone las cuotas debidas no es tarea sencilla, y menos hoy en día. Ambos tipos de individuos experimentan muchas dificultades para llegar a final de mes, por lo que es comprensible que se retrasen un poco al abonar ciertas facturas.

Sin embargo, cuando se excede un cierto umbral de paciencia, llega el momento de actuar. Impagos en comunidades de vecinos están a la orden del día, por ejemplo, poniendo en riesgo la viabilidad de todo el bloque que no podrá seguir manteniendo en buen estado el edificio, contratando un servicio de limpieza, etcétera.

Para estas situaciones y otras similares, el servicio profesionalizado de recobro de impagos es altamente recomendable. Ello viene dado sobre todo por los buenos métodos puestos en práctica con tal de obtener los resultados deseados.

¿A qué resultado nos referimos? Si un vecino no paga la comunidad, un cliente no abona el pedido efectuado a una empresa o el inquilino no se va de la casa que tiene alquilada a pesar de omitir el importe de las cuotas, respectivamente: conseguir que pague la cuota mensual o trimestral, lograr que pague por los productos en cuestión y obtener el valor total por cada cuota o, por el contrario, dar pie a que abandone el domicilio.

Indistintamente del resultado, el mismo es obtenido en un tiempo récord y de la mejor manera posible. Nos referimos a lograrlo de forma amistosa, llegando a un acuerdo previo con la parte conflictiva.

Conviene destacar el hecho de que el porcentaje de éxito es extremadamente elevado. Pero, ¿qué sucede si no se consigue por la vía amistosa? En tal caso se opta por los procedimientos judiciales.

Algunos de ellos son muy efectivos, tal como demuestra el conocido bajo el nombre de Proceso monitorio. Las compañías crediticias que permiten solicitar micro-créditos y que finalmente no perciben las cantidades prestadas no dudan en recurrir a estos métodos que tan buenos resultados proporcionan.

Aunque no es una vía demasiado amistosa, sí es sinónima de celeridad en estado puro. Además, supone un considerable ahorro de dinero al omitir la necesidad de contar con un abogado, procuradores u otras figuras similares.

La mejor relación calidad-precio

Antaño tal vez resultaba un poco caro solicitar un recobro de impagados que fuese profesional al cien por cien. Por el contrario, a poco de dar entrada al nuevo año 2021, es más asequible que nunca.

¿Cómo es posible? Básicamente ello es fruto del alto nivel de competencia. Como los impagos han aumentado, también surgen nuevas empresas que se dedican a solucionar dichos contratiempos.

Atraer a los clientes potenciales no es fácil, por lo que optan por ofrecer precios muy buenos a pesar de brindar un servicio de gran calidad. Así lo ejemplifican las tarifas planas que tan solo exigen un pago único, olvidándose de comisiones y demás gastos extra.

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