Qué cosas influyen en la calidad de las semillas de marihuana

Semillas de marihuana. EP
photo_camera Semillas de marihuana. EP

Aunque pensar que todas las semillas de marihuana son iguales y que todas ofrecen la misma calidad al ser germinadas, lo cierto es que la calidad de las semillas de marihuana depende de múltiples factores que los expertos en botánica y en el desarrollo de especies vegetales conocen de primera mano.

Además, la germinación de la semilla va acompañada de una etapa de maduración delicada en la que es preciso satisfacer las necesidades de calor y humedad para que la planta encuentre un entorno propicio para desarrollarse adecuadamente.

La duración de etapa puede variar en función de las características de cada semilla, así como el proceso de crecimiento completo hasta que la planta desarrolla por completo los cogollos con todas sus propiedades aromáticas.

Los fundamentos de las semillas de marihuana

Antes de conocer aspectos concretos del crecimiento de una planta de marihuana es necesario estar al tanto de las características intrínsecas de este tipo de semillas, tal y como apuntan los expertos.

Las semillas de marihuana pueden ser, a grandes rasgos, de tres variedades: Sativa, Índica y Ruderalis. Aunque es un tipo de planta que nace de una semilla muy particular, puesto que los expertos han llegado a contabilizar más de una veintena de subespecies de semillas de marihuana.

El cannabis puede ser macho, hembra o hermafrodita, y pueden ser cultivadas en exteriores, interiores o en invernaderos. Estas plantas suelen polinizar en la naturaleza a las flores hembra para crear nuevas semillas, aunque los cultivadores profesionales tratan de evitar esto para obtener cogollos de mayor calidad.

Otro rasgo característico de las semillas de marihuana es que las Índica y Sativa son fotoperiódicas, es decir, que florecen en función de la cantidad de luz del día. En cambio, las Ruderalis florecen en función de su edad, dejando el ciclo de luz al margen.

Aspectos que influyen en la calidad de las semillas de marihuana

La calidad de las semillas de marihuana no depende de un solo factor, aunque sí existen varios aspectos que pueden llegar a ser relevantes a la hora de hacer que una semilla sea considerada o no de calidad.

La genética juega un papel primordial en la calidad final que una semilla de marihuana puede aspirar a tener. Por ese motivo, el cruce de plantas premium con otras de menor calidad da como resultado plantas de una calidad estándar y bastante pobre, sin que destaque ninguno de sus aspectos. Por eso, los expertos en el cultivo de semillas de marihuana no son partidarios de realizar cruces de plantas, ya que pueden influir negativamente en la calidad final de la planta.

En cambio, algunos estudiosos de este tipo de semillas han optado por estabilizar aquellos rasgos más característicos y atractivos de la planta con el fin de producir varios fenotipos para mantener esas cualidades en los ejemplares del futuro.

“Las mejores semillas son las endogámicas porque ofrecen plantas muy similares entre sí, aunque son terriblemente difíciles de encontrar y las que se pueden comercializar están a la venta a precios prohibitivos”, comenta el equipo de Linda-Seeds, plataforma digital especializada en la comercialización de semillas de marihuana y productos para fomentar su crecimiento en las condiciones adecuadas.

Otro aspecto que tiene mucho que decir según los expertos en la calidad de las semillas de marihuana es el almacenamiento. "Guardar las semillas en un lugar fresco y alejado de la luz es fundamental para garantizar que la planta mantiene todas sus propiedades", comenta el equipo del grow shop valenciano.

"Para evitar su deterioro pueden congelarse y mantenerlas a temperaturas bajo cero durante un tiempo indefinido, o conservarlas y utilizarlas en los próximos doce meses. Más allá de esta franja no es recomendable darles uso por su alto riesgo de exposición a patógenos", añaden.

El proceso de germinación de las semillas, determinante para obtener plantas de calidad

A la hora de cultivar una semilla de marihuana varios factores jugarán un papel importante a la hora de dar forma a una planta de marihuana de alta calidad. “Lo que primero se suelen preguntar los adquisidores de semillas de marihuana que no son expertos es qué tipo elegir, si las autoflorecientes o las fototrópicas”, afirma el equipo de Linda-Seeds. "Las semillas fototrópicas florecen cuando las horas de luz se acortan. Al plantarlas en exteriores, comenzarán a florecer a la entrada del otoño mientras el invierno se acerca", añade.

“En cambio, las semillas autoflorecientes no regulan su crecimiento en base al cambio en la luz diurna, motivo por el cual son ideales para los aficionados menos curtidos en el arte del cultivo de semillas de cannabis”, comentan. "Además, estas semillas simplifican aún más las cosas al suprimir el problema de los reguladores de luz de crecimiento, algo que sí ocurre con las fototrópicas, que en función del clima requieren de estos utensilios para madurar como es debido".

En cuanto al proceso de germinación, los menos avezados en la cuestión del cultivo pueden encontrar en el agua destilada, toallitas de papel y platos los utensilios ideales para comenzar a cultivar la semilla. "Es una opción muy socorrida para quienes aún no han buscado opciones más sofisticadas para hacer crecer las semillas: basta con remojar las toallas de papel en agua destilada y colocar sobre el plato dos capas de papel húmedo para crear una capa donde las semillas puedan empezar a desarrollarse", comentan desde la plataforma.

En caso de optar por esta variante de cultivo amateur, los expertos de Linda-Seeds recomiendan mantener las semillas con una distancia de al menos tres centímetros entre sí. "Es importante que cada semilla cuente con el espacio suficiente como para crecer con soltura, y también es importante que se cubran con dos capas más de papel húmedo sobre el segundo plato para crear un efecto de recogimiento donde el calor no pueda escapar, lo que fomentará su desarrollo", explican.

Lo mejor de todo según los expertos es que basta con revisar a diario el nivel de humedad de las toallitas y en los próximos 15 días será posible saber si el proceso de germinación ha ido bien. "El usuario no tiene más que comprobar que las toallitas continúan húmedas, pero jamás debe manipular las semillas antes de las dos semanas o la germinación se interrumpirá y todo el proceso se verá comprometido", añaden.

"Gran parte de las semillas germinan en poco tiempo, entre 3 y 4 días, aunque otras, en función de la variedad, pueden tardar hasta 10 días en hacerlo", comentan. "Si pasada la quincena las semillas no han germinado, es que algo ha ido mal durante el proceso, debiendo empezar de nuevo extremando las precauciones", sentencian.

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