Las flores y el aceite de CBD: sus efectos positivos para el cuerpo y el alma

Hoja de marihuana. AEP

El cannabidiol (CBD) es un componente no psicoactivo que se utiliza para hacernos sentir bien, al tratar problemas que afectan a los nervios y en conductas como la ansiedad o la depresión, además de síntomas sobre patologías como la epilepsia, vómitos provocados por cáncer, artritis, o bien, para calmar dolores y mejorar el rendimiento físico

El aceite y las flores de cannabidiol (CBD) son dos maneras de aprovechar el efecto curativo del cannabis sin ningún elemento psicoactivo. Son productos que tienen muy variados usos para mejorar la salud y sentirse mejor, tanto física como emocionalmente. 

El cannabis tiene dos compuestos cannabinoides principales: el CBD, elemento que se encuentra en la flor de la planta donde se concentra el efecto terapéutico completamente libre de sustancias adictivas, y el tetrahidrocannabinol (THC), que aunque también tiene efectos curativos, genera psicoactividad.


THC y CBD

El THC y el CBD actúan de forma diferente en el cuerpo y la mente. Aunque ambas sustancias tienen efectos terapéuticos, el CBD tiene la capacidad de reducir los efectos psicoactivos del THC, esto para quienes buscan los beneficios medicinales del cannabis sin la sensación de estar drogado. 

El cannabidiol también se obtiene del cáñamo, planta que tiene THC en cantidades mínimas. La Organización Mundial de la Salud señala "el CBD no parece ser nocivo ni tener riesgo de abuso". En Europa es legal la venta del cáñamo, y por ende de CBD, siempre que contenga un porcentaje máximo del 0,2% de THC.  

Desde finales del siglo XIX, los investigadores comenzaron a trabajar con cannabinoides. Un investigador llamado Schlesinger, obtuvo el primer extracto de las flores y hojas de plantas de cáñamo. En 1899, Thomas Wood, W.T. Spivey y Thomas Easterfield, lograron obtener el CBD en un tipo de resina de marihuana.

Fue en 1942 cuando el químico estadounidense Roger Adams logró aislar por primera vez el cannabidiol de flores de cáñamo silvestre que se encuentran en Minnesota. En 1963, el químico Raphael Mechoulam, perfeccionó los estudios de Adams y logró describir la estructura química del CBD, esto permitió entender esta sustancia y la forma de sacarle provecho desde el punto de vista terapéutico. 


Propiedades curativas

En pocos años, las flores CBD y los aceites han venido a revolucionar el tratamiento de múltiples patologías, al minimizar sus síntomas. Por encima de los prejuicios, las plantas y los aceites de CBD han demostrado sus beneficios para la salud del cuerpo y el alma, que difícilmente se pueden lograr con terapias o fármacos.

El CBD tiene propiedades antiinflamatorias, analgésicas, anticonvulsionantes, antioxidantes antitumorales, y funciona como ansiolítico, neuroprotector, además de inhibidor de las dependencias a las drogas y al alcohol.

Todo esto hace que se utilice para tratar la epilepsia, las dependencias químicas, psicosis, depresión, ansiedad, enfermedades neurodegenerativas, autismo, artritis, enfermedad de Crohn, enfermedad inflamatoria intestinal, cáncer y para prevenir los tumores, el insomnio, dolores crónicos, controlar  síntomas del asma, aumentar el apetito y ayudar a bajar la tensión cardíaca. 

Además, tiene probados usos para la dermatología, debido a sus propiedades antiinflamatorias, por tanto ofrece alivio para las pieles irritadas. También ayuda en el tratamiento de infecciones cutáneas, con picores, y es una efectiva fórmula contra el acné. 

Uno de los beneficios más destacables del CBD, es que su consumo tiene pocos o casi nulos efectos secundarios.

Las flores de cáñamo que se comercializan tienen varias presentaciones. Se trata de un proceso de producción muy riguroso, vigilado en cada paso desde la siembra a la comercialización, para verificar su porcentaje de THC.

Hay flores producidas en el interior, en invernaderos o al aire libre, dependiendo del gusto del cliente. Las que se producen en exteriores ofrecen un sabor más natural y aromas más desarrollados, sin embargo, son flores más pequeñas; las de interior tienen un grado de calidad más elevado; y las de invernadero son de calidad intermedia. Las flores y los cogollos de CBD se pueden fumar o vaporizar. 

Aceite terapéutico

Otra manera de obtener los beneficios terapéuticos del cannabidiol es a través de los aceites de CBD. Muchos lo usan como suplemento nutricional y por sus propiedades medicinales, para tratar desde patologías nerviosas a síntomas de enfermedades. Al aceite de cáñamo se le conoce como el cannabis medicinal y es totalmente legal.

El aceite de CBD viene en varias presentaciones dependiendo del porcentaje de concentración del cannabidiol, que puede ir desde el 5% al 40%. El envase trae un gotero para su consumo sublingual, y aprovecha los tejidos debajo de la lengua para distribuir de forma efectiva la sustancia a través de la sangre, evitando que las propiedades sean cambiadas en el aparato digestivo. Si se colocan una o dos gotas debajo de la lengua, tarda unos 30 segundos en ser absorbido.

Se aconseja adquirir este producto solo en sitios confiables, para obtener realmente lo que se busca y no ser víctimas de estafas.

Los pacientes de cáncer lo utilizan para aliviar los efectos secundarios de las quimioterapias, al reducir las náuseas y el dolor, por sus propiedades analgésicas. También, los pacientes con VIH, encuentran en este compuesto una forma de ganar peso, pues abre el apetito. 

Este aceite se emplea también para estimular el sistema nervioso, con el fin de mejorar sus funciones. Destaca la capacidad regeneradora para frenar enfermedades como la esclerosis múltiple.

Lo usan también las personas con psoriasis, debido a que reduce el picor y el tamaño de la inflamación, lo que mejora la calidad de vida de manera exponencial. 

Las personas con insomnio han encontrado en estas gotas un alivio, por lo que logran tener más horas de sueño al consumirlas, lo cual trae beneficios a largo plazo, pues un mejor descanso aumenta la creatividad y mejora la memoria. No se trata de un sedante o pastilla para dormir, lo que realmente hace, es regular el ciclo del sueño.

Lo que logra el CBD, es que el cuerpo consiga armonía y equilibrio, por medio de un método natural y reconocido, que lleva en el mercado desde el siglo XIX. Algunos recomiendan empezar por dosis o porcentajes bajos, e ir subiendo, hasta conseguir ese equilibrio de cuerpo y mente que se desea alcanzar.