Un Jurado popular culpa al chófer y a los paparazzi de la muerte de Diana de Gales

Los miembros del jurado que investiga la muerte de la princesa Diana de Gales, visitando el túnel del Pont de l'Alma en París (EFE)
photo_camera Los miembros del jurado que investiga la muerte de la princesa Diana de Gales, visitando el túnel del Pont de l'Alma en París (EFE)

Un jurado popular ha dictaminado que la muerte de Diana de Gales en un accidente de tráfico se produjo a causa de la conducción negligente de su chófer y la persecución de los paparazzi. El veredicto descarta teorías conspiratorias y determina que la muerte de la princesa de Gales y su pareja Dodi Al Fayed fue un homicidio por imprudencia.

Diana de Gales, Dodi Al Fayed, y el chófer del vehículo en el que viajaban, Henri Paul, fallecieron el 31 de agosto de 1997 en un accidente de tráfico en París. Su automóvil colisionó contra una columna de un túnel situado junto al puente del Alma cuando eran perseguidos por varios "paparazzi".

En 1999, un juez francés concluyó que el accidente se debió a que el chófer conducía bajo la influencia del alcohol y de los antidepresivos. Ahora, el jurado británico llega a esta misma conclusión, tras cuatro días de deliberaciones. El veredicto se alcanzó por mayoría, después de que el juez del caso, Scott Baker, lo autorizara al no conseguir llegar a un acuerdo por unanimidad.

El jurado, integrado por seis mujeres y cinco hombres, pasó casi seis meses escuchando más de 250 testigos de distintas partes del mundo. Durante este tiempo, pesquisa le ha costado al contribuyente británico diez millones de libras (unos 12,5 millones de euros).

Descarta teorías conspiratorias
El veredicto echa por tierra la teoría esgrimida por Mohamed Al Fayed, quien siempre ha sostenido que el siniestro se debió a una conspiración orquestada por el príncipe Felipe, duque de Edimburgo y esposo de Isabel II, para impedir que su hijo se casase con Lady Di.

El juez Baker ya declaró el pasado 31 de marzo que "no hay pruebas" de que el duque de Edimburgo ordenase la muerte de la princesa. El magistrado hizo esa afirmación al presentar las conclusiones de la instrucción sobre la muerte de la pareja, que comenzó en octubre pasado en el Tribunal Superior de Londres.

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