Un convoy de leales a Gadafi viaja a Burkina Fasso

Una delegación formada por cinco líderes tribales de la región de Bani Walid tiene previsto reunirse este martes con los mandos militares rebeldes libios que asedian la ciudad para tratar de llegar a un acuerdo definitivo que permita la entrada de las tropas sin derramamiento de sangre.

Fuentes militares rebeldes explicaron que esperan una respuesta afirmativa de los notables, que al parecer se comprometieron el lunes a convencer a los gadafistas que se atrincheran en esta localidad del desierto de que depongan las armas.

Las noticias sobre la posible resolución del conflicto en Bani Walid, uno de los últimos bastiones de resistencia, salió este martes a la luz escasas horas después de que se informara de que un convoy con cerca de 200 vehículos militarizados libios habría entrado en Níger, al parecer procedente de Argelia.

Se desconoce hasta el momento quién viaja en la caravana, que dirige un líder tribal tuareg próximo al ex hombre fuerte de Libia, el coronel Muamar al Gadafi.

Fuentes rebeldes habían apuntado a la posibilidad de que Gadafi y algunos de sus hijos -en particular el belicoso Seif al Islam- se encontraran en Bani Walid, uno de los centros de poder de la tribu de los Wafala, la más grande del país.

La posibilidad de atraparlo y de convertir la entrada pacífica en la ciudad en un símbolo para el resto de las localidades que aún resisten ha retrasado hasta la fecha el posible asalto por las armas de la ciudad.

Sin embargo, algunas fuentes apuntan ahora a que el convoy que viaja por Níger tiene como destino final Burkina Fasso, país que estaría dispuesto a acoger al ex líder libio, quien podría unirse a la caravana en días.

Las noticias, no obstante, son confusas, ya que en una grabación sonora aireada el lunes por una televisión por satélite siria, el que fuera portavoz de Gadafi, Musa Ibrahim, afirmó que tanto el dictador como su hijo Saif al Islam "se hallan en Libia", bien de salud y en un lugar inaccesible para los rebeldes.

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