La ultraderecha regresa al Gobierno de Austria de la mano de los conservadores

El líder ultra aseguró que para su partido es una prioridad "detener la inmigración al sistema social"

Sebastian Kurz y Heinz-Christian Strache. CHRISTIAN BRUNA (EFE)
photo_camera Sebastian Kurz y Heinz-Christian Strache. CHRISTIAN BRUNA (EFE)

"Juntos. Por nuestra Austria". Así se llama el programa de Gobierno presentado este sábado por conservadores y ultranacionalistas y en el que destacan el endurecimiento de la política de inmigración, el recorte de derechos a extranjeros y la defensa de una Unión Europea (UE) con menos competencias pero más eficacia.

En la presentación de los detalles del acuerdo de Gobierno, Sebastian Kurz, el líder del Partido Popular austríaco (ÖVP) y futuro canciller federal, aseguró que Austria necesita cambios y lamentó que en los últimos años el país haya pasado de ser "una Alemania mejorada" a "quedarse rezagado".

Junto a Kurz, el jefe del ultranacionalista Partido Liberal (FPÖ) y futuro vicecanciller, Heinz-Christian Strache, destacó que una de las prioridades del nuevo Ejecutivo será detener la inmigración ilegal.

El líder ultra aseguró que para su partido es una prioridad "detener la inmigración al sistema social" de Austria.

Así, la renta mínima para los solicitantes de asilo se reducirá hasta los 365 euros mensuales que, dijo Strache, podrá ser complementada con un "bono de integración" de 155 euros.

El Gobierno también luchará contra el fraude en las peticiones de asilo, tramitará más rápidamente las solicitudes y acelerará las expulsiones de falsos solicitantes de asilo.

En relación a la inmigración, Kurz insistió por su parte en rechazar el sistema de reparto solidario de refugiados, una estrategia que sí defiende al actual canciller, el socialdemócrata Christian Kern.

Además, el líder del FPÖ anunció que su partido había renunciado durante la negociación con los populares a la posibilidad de que la salida del país de la Unión Europea pudiera ser decidida algún día mediante un referéndum. Strache insistió en que su partido "está por la Unión Europea" y su proyecto de paz, aunque indicó que desde un punto de vista crítico ven "algunos desarrollos" dentro del club comunitario.

Los dos partidos anunciaron políticas de alivio fiscal a las rentas más bajas y una pensión mínima de 1.200 euros a quienes hayan trabajado más de 40 años.

Durante las casi siete semanas de negociaciones, los dos partidos han acordado algunas medidas que han desatado el debate en los medios y la sociedad austríaca.

Entre ellas, la anulación de la prohibición total de fumar en bares y restaurantes, el aumento de la jornada laboral diaria hasta un máximo de 12 horas, o la reintroducción de las tasas universitarias.

El nuevo Gobierno de coalición, que se espera jure el cargo el lunes, cuenta con trece ministerios.

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