Tres personas se queman a lo bonzo en Tiananmen el dia del año nuevo tibetano

Tres personas se quemaron a lo bonzo en el centro de Pekín, cerca de la plaza de Tiananmen, en el día en que comienza el año nuevo tibetano. Los tres hombres se encontraban dentro de un vehículo cuando se prendieron fuego, en el cruce entre la calle comercial Wangfujing y la avenida Chang'an, a unos cientos de metros al este de Tiananmen, según un portavoz del gobierno municipal citado por la agencia china.

Un portavoz del departamento de Información del Ayuntamiento señaló que ''la policía está investigando'' el suceso y que, de momento, no tiene más datos.

Las festividades del Año Nuevo Tibetano (Losar) se inician con tensiones, ante los llamamientos del exilio para que las celebraciones sean boicoteadas en el Tíbet y las presiones de Pekín para que la fiesta se desarrolle con normalidad.

Sin motivos para la celebración
Organizaciones independentistas tibetanas e incluso el entorno del Dalai Lama, líder espiritual y político en el exilio, han llamado a los tibetanos a que no celebren este año esta festividad en protesta por los incidentes de marzo de 2008, en los que unas violentas revueltas en Lhasa, la capital regional, fueron reprimidas por la policía china.

''Este año (el Losar) ha de ser considerado como un día de rezo en memoria de los tibetanos que murieron y aquellos que todavía sufren bajo el dominio chino'', aseguró en el exilio de la India a la prensa extranjera uno de los portavoces del Dalai, Tenzin Takhla.

En el otro bando, el régimen comunista chino se esfuerza por dar una imagen de normalidad en la meseta tibetana, y su televisión estatal (CCTV) emite desde los últimos días imágenes de la población de Lhasa ''haciendo preparativos para dar la bienvenida al Año Nuevo tibetano con alegría''.

Toros y bueyes
Las imágenes de CCTV, uno de los pocos medios que estos días tiene acceso al Tíbet, muestran imágenes del mercado cercano al monasterio de Jokhang, en donde se venden adornos con forma de toros y bueyes, ya que para los tibetanos, como para los chinos, este nuevo año está marcado por el símbolo de esos animales.

Incluso se ha preparado una gran gala televisiva en la capital tibetana, mientras en Pekín se han organizado exposiciones fotográficas, actuaciones de música y danza y otras actividades para recordar la fiesta, cuando otros años se trata de un evento circunscrito sólo a zonas pobladas por tibetanos.

Revuelta en marzo
El origen de las presiones de ambos bandos para celebrar o no el Losar se encuentra en los incidentes de marzo del año pasado, cuando unas marchas de monjes tibetanos para conmemorar el aniversario de la huida del Dalai Lama (10 de marzo de 1959) se tornaron violentas el día 14, convirtiéndose en la peor revuelta en el Tíbet desde 1989.

El exilio tibetano asegura que las protestas fueron en principio ''pacíficas'' y que la represión policial posterior produjo al menos 140 muertos, por lo que piden la liberación de alrededor de un millar de personas que fueron detenidas tras los hechos.

El Gobierno chino, por su parte, defiende que los participantes en la revuelta causaron la muerte de 19 personas (18 civiles y un policía), y no hablan de víctimas mortales por la acción policial y militar posterior, aunque sí admiten que unos 80 participantes en las protestas fueron detenidos, juzgados y condenados.

El Tíbet y otras zonas chinas con población tibetana están estos días cerrados a cal y canto a la prensa extranjera, aunque este mes el Gobierno chino invitó a un selecto grupo de reporteros foráneos a visitar Lhasa.

El Losar cae este año del 25 al 27 de febrero y suele ir acompañado de celebraciones religiosas y culturales, que se prolongan durante las semanas posteriores.

Posturas enfrentadas
Los independentistas tibetanos aseguran que China ocupa militarmente el Tíbet desde 1950 y que antes esa región era una entidad independiente de facto, mientras que Pekín sostiene que tiene soberanía sobre esa región del Himalaya desde el siglo XIII.

El Gobierno chino asegura que el Dalai Lama y su ''camarilla'', como suele referirse al exilio, estuvieron detrás de los incidentes del pasado año, que desataron numerosas llamadas al boicot de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 y dañaron la imagen internacional del país asiático.

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