Tito atrae a millones de nostálgicos 30 años después de su muerte

Más de veinte millones de personas se han acercado a 'La Casa de las Flores', donde se encuentra la tumba de Josip Broz 'Tito'. El ex presidente de Yugoslavia, ha recibido este voluminoso número de visitas, desde su muerte en 1980, según datos facilitados por el director del museo-tumba, Momo Cvijovic, con motivo del trigésimo aniversario de la muerte del legendario 'padre' de la 'segunda Yugoslavia'.

El líder de los partisanos antifascistas yugoslavos, Tito, gobernó como dictador comunista de la ex federación yugoslava desde el fin de la II Guerra Mundial, en 1945, hasta su muerte. "En la década de 1980 el museo fue una institución excepcionalmente estimada y visitada, en los años 90 las visitas "caen dramáticamente", y en la última década "vuelven a ir en aumento", comentó Cvijovic.

La muerte del venerado líder causó en 1980 una gran conmoción en toda Yugoslavia. Unas 700.000 personas del país acudieron a sus exequias, así como 209 delegaciones de 128 países del mundo, incluidos 31 presidentes, 22 primeros ministros y cuatro reyes. Más tarde, en los años 90 del siglo pasado sangrientas guerras terminaron por desintegrar la federación de seis repúblicas y dos regiones autónomas, en la que convivían diferentes etnias y religiones, unidas bajo su mano de hierro y su eslogan "fraternidad y unidad".

Símbolo de una vida mejor para la gente común
Hoy en día, historiadores, políticos y comentaristas de la región difieren en sus opiniones, a veces muy antagónicas, sobre el presidente fallecido, pero entre la gente común Tito sigue siendo el símbolo de una vida mejor y más segura.

"Cada joven podía estudiar, había trabajo, teníamos coches y podíamos veranear con nuestros hijos en el Adriático. No había ricos, ricos por ser ladrones, y gente con diploma de universidad que busca desperdicios en contenedores de basura", comentó una ciudadana de Zagreb, nostálgica de aquellos tiempos.

A diferencia de otros países del "bloque comunista", Yugoslavia mantenía una supuesta "equidistancia" entre el Este y el Oeste, el nivel de vida en la antigua Yugoslavia era bastante bueno y los ciudadanos podían viajar al extranjero.

Según un sondeo de opinión pública realizado en Croacia hace cuatro años, Tito fue la mayor personalidad histórica croata, más estimado aún que el "padre de la Croacia independiente" y primer presidente croata, Franjo Tudjman, sentimiento que comparten muchos ciudadanos de otras ex repúblicas. En muchos lugares de la ex federación existen asociaciones de yugoslavos, así como otras de nostálgicos de aquella época que llevan el nombre de "Tito".

Una de ellas, con sede en Zabok, cerca de Zagreb, publicó con motivo del 30 aniversario de la muerte del líder una irónica "Orden de búsqueda y captura": "Tito es buscado por sospechas fundadas de que durante 50 años prohibía de la forma más severa la guerra, los refugiados, el hambre, el chauvinismo", reza la lista de las acusaciones.

La nota añade que el fallecido líder "construía fábricas y viviendas para los obreros, les aseguraba salarios regulares y sólidos, posibilitó a todos la educación escolar y la asistencia médica gratis, y el movimiento libre por toda Yugoslavia sin miedo al odio étnico o religioso".

Una estela muy breve
"Josip Broz fue una personalidad de grandes capacidades políticas, dirigió durante 35 años un Estado muy complejo en unas circunstancias excepcionalmente difíciles", comentó un investigador del Instituto Balcanológico de Serbia, Cedomir Antic.

Añadió que, sin embargo, lo que Broz consideraba sus principales logros, que eran la fraternidad y unidad, la autogestión obrera y la participación del país en el movimiento de la No Alineación, perduraron sólo unos pocos años después de su muerte. "Tito fue un dictador comunista y un gran estadista", afirmó el diario "Jutarnji list" de Zagreb en su editorial.

Como muchos otros en Croacia, recordó que la Constitución de Yugoslavia de 1974 adoptada bajo Tito, hizo posible la legal independencia de Croacia y su reconocimiento internacional en 1992.

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