HABLA EL CASTELLANO mejor que gran parte de los españoles, y conoce la realidad del país después de tres años viajando constantemente a España. Ayer estuvo en Lugo para apoyar a Ace, aunque hubiera preferido hacerlo con un bloque de izquierdas más unido.
¿Cuál es, desde su punto de vista, la situación de España?
Creo que vive un momento crucial. No penséis que no por no tener un rescate oficial no sufrís las mismas malas condiciones que vivimos en Grecia. Desahucios, recortes de salarios y pensiones, privatizaciones... Y golpes a la democracia, como la ley mordaza. La única diferencia es de tamaño de la economía, porque la UE no podría aguantar la quiebra de España o de Italia. Rajoy ahora quiere que el Gobierno de Tsipras tenga una gran derrota en su negociación con la UE. Los griegos somos los conejillos de indias, pero en pocos días va a llegar un acuerdo y será mejor para nosotros que el que teníamos antes.
Viene a Lugo a un mitin de Ace, coalición liderada por IU, pero en la campaña griega recibieron a Pablo Iglesias, líder de Podemos. Ustedes superaron el problema del fragmentación de la izquierda ¿Cómo se ve desde esto desde fuera?
Syriza ganó porque hubo unión. Y también tuvimos los votos de muchos socialistas que creyeron que el PASOK dejó de hacer una política de izquierdas. El problema que tenemos es que el bipartidismo son las dos caras de la misma moneda. Y es una pena grande porque esta es una gran oportunidad y la izquierda en general no tiene muchas oportunidades.
¿Esa fragmentación puede dar al traste con la oportunidad?
Cada vez que visito España trato de aprender una palabra. La que he aprendido esta semana en Barcelona es confluir. Esa es la palabra más importante en este momento para la izquierda en España. Para mí, Barcelona es ahora lo más importante, en el sentido de que hay una candidatura, la de Ada Colau, que es apoyada por todas las fuerzas de izquierda. Y si gana va a ser una presión muy grande para todos los partidos de izquierda, porque la gente les va a decir que eso es lo que hay que hacer. Para los griegos sería muy importante, porque ahora estamos solos, necesitamos a nuestro lado a otros gobiernos de izquierdas.
Por parte del bipartidismo se está usando contra estos movimientos ciudadanos el miedo a la inexperiencia, a que no sean capaces de aplicar sus medidas, tachadas de utópicas. ¿Cómo de fuerte fue para Syriza el golpe de ver que la realidad le impedía aplicar mucho de aquello que prometió?
Tengo aquí una lista con las cosas que hemos hecho en nuestros primeros doscientos días de gobierno. Y son muchas. Nosotros luchamos por los intereses del pueblo, y es verdad que las grandes empresas y multinacionales nos consideran un incordio, pero nuestro problema más grande no están siendo ellas ni aplicar nuestras medidas, sino los grandes medios de comunicación bajo control de intereses económicos. Están presentando una imagen de una nación en la que las cosas han empeorado, y no es verdad. Pero una cosa es gobernar y otra tener el poder. Lo importante es enviar el mensaje de que nosotros estamos aquí para cambiar las cosas. No digo que vayamos a hacer una revolución, pero seguro que aplicaremos nuestras políticas.
Hasta donde les dejen...
Sí, sabemos que la política es un juego.
¿Están ganando ese juego?
Hasta ahora sí. Ya veremos lo que pasa en el global de los cuatro años, pero por ahora yo estoy muy contento. Y cuando la izquierda española vea el acuerdo que vamos a firmar con las instituciones europeas, será un golpe para Rajoy.
