Siria confirma la creación de lazos diplomáticos con el Líbano

El Gobierno de Siria confirmó este martes el establecimiento de relaciones diplomáticas con el Líbano, según un decreto dado a conocer por la agencia oficial de noticias SANA, que establece que próximamente se instalará una embajada en Beirut, aunque no se ha fijado una fecha.

Desde el país vecino, la emisora Radio Líbano informó de que el ministro de Asuntos Exteriores libanés, Fauzi Saluj, viajará el miércoles a Damasco para examinar los mecanismos para el establecimiento de estas relaciones diplomáticas.

También está previsto que Beirut emita un decreto similar al del Gobierno sirio, que tampoco tiene un plazo previsto, según apuntaron desde la Presidencia libanesa.

Los dos países habían anunciado el pasado mes de julio su disposición a establecer relaciones diplomáticas por primera vez desde su independencia, hace mas de 60 años. En aquel momento se especulaba con la posiblidad de que las embajadas estarían abiertas ya en septiembre, aunque los lazos han tardado más tiempo en establecerse.

Asuntos pendientes
El líder druso Walid Yumblat, miembro de la mayoría parlamentaria, aseguró que se trata de un avance positivo, aunque recordó que aún quedan asuntos pendientes, como el de las granjas de Chebaa, territorio disputado entre Siria, el Líbano e Israel, que éste último no abandonó cuando se retiró del sur del país en mayo de 2000, tras 22 años de ocupación.

El diputado de la mayoría libanesa, Samir Franyie, calificó la decisión siria de histórica porque "es la primera vez que Siria reconoce de manera formal la existencia del Líbano desde la independencia del país en los años 40".

El decreto publicado este martes sigue al anuncio hecho en julio en París y al acuerdo formalizado un mes más tarde con motivo de una visita a Damasco del presidente Michel Sleiman, la primera de un mandatario libanés desde 2005.

Los lazos diplomáticos pondrá fin a meses de tensiones bilaterales, debido a la reticencias de Damasco a normalizar las relaciones con su vecino después de la evacuación de sus tropas en 2005, tras casi tres décadas de presencia.

Además, podría suponer un paso adelante hacia la pacificación de la región y favorecer la normalización política en Líbano donde la mayoría parlamentaria, apoyada por Occidente y varios países árabes como Arabia Saudí y Egipto, mantiene un continuo pulso con la oposición, aliada de Siria e Irán.

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