Unidades militares rusas del Ejército 58 de la región militar del Cáucaso Norte se han desplegado en las inmediaciones de Tsjinvali, capital de la región separatista georgiana de Osetia del Sur, según el coronel Ígor Konashénkov, ayudante del comandante en jefe del Ejército de Tierra de Rusia, citado por la agencia oficial rusa Itar-Tass.
Rusia ha enviado un centenar de carros de combate, blindados y piezas de artillería autopropulsadas, para reforzar a sus fuerzas en Osetia del Sur, que pretenden rechazar al ejército georgiano, que actualmente mantiene ocupada la ciudad.
El jefe de la misión permanente de Rusia ante la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), Vladimir Voronkov, aseguró que el despliegue de fuerzas, tan sólo unos 500 soldados rusos según sus datos, forma parte de un contingente destinado a reforzar las tropas internacionales de paz que se encuentran en la región desde 1992.
"Esto no es ningún conflicto entre Rusia y Georgia, es algo que rechazo categóricamente", afirmó Voronkov en la reunión de la OSCE y acusó al país vecino de haber arrasado ocho aldeas en su avance para controlar la capital de Osetia del Sur, como parte de una "estrategia de tierra quemada" contra la región separatista.
Georgia asegura haber 'casi' toda Osetia
En el cruce de acusaciones, el representante de Georgia en la OSCE, Victor Dolidze, afirmó que Rusia apoya militarmente a los separatistas y su país "se encuentra en una situación de defensa propia". En su opinión, el despliegue del tropas georgianas en la provincia "no es una acción militar, es una operación anti-criminal, para proteger a nuestros civiles pacíficos, tanto georgianos como osetios".
A última hora del viernes, el presidente de Georgia, Mijail Saakashvili, aseguraba que sus tropas "controlan completamente Tsjinvali y todas las localidades de la región, menos el distrito de Java", por donde accedieron las tropas rusas a Osetia del Sur. También cifró en "una treintena" el número de bajas en sus filas, mientras declaraba que la capital de la región separatista, Tsjinvali, una ciudad de apenas 30.000 habitantes, había sido completamente "limpiada".
El gobierno georgiano ha decretado la movilización general para los 100.000 reservistas después de denunciar que la aviación rusa ha bombardeado la ciudad de Gori, cerca de la frontera. "Rusia nos está bombardeando. Contra Georgia ha sido lanzada una agresión a gran escala", dijo Mijail Saakashvili. No hay confirmación independiente de estos bombardeos.
Abjasia también moviliza a sus soldados
En Abjasia, otra región separatistas de Georgia, los dirigentes locales también han sacado las tropas a las calles. Una parte de la fuerza militar avanza hacia la frontera georgiana para tomar posiciones, "independientemente de cómo evolucione la situación en Osetia del Sur", aseguró a la televisión rusa el líder abjaso, Serguéi Bagapsh.
El temor a que el ejército de Georgia se plante en esta región como ya ha hecho en la provincia de Osetia ha motivado la decisión. Los dirigentes separatistas también reclaman a Rusia que cumpla "su misión" de servir de fuerza de interposición y mantener la paz.
Sin embargo, el comandante de las fuerzas de paz rusas, Serguéi Chabán, ha advertido al titular de Defensa abjaso, Merab Kishmaria, de que el avance de tropas separatistas hacia la región de Gali, parte de la cual controlan los georgianos, supondrá una violación de los acuerdos de paz en esa zona de conflicto.
Centenares de civiles muertos y miles de refugiados
Según Eduard Kokoiti, presidente de la república de Oseita del Sur, un estado de facto no reconocido internacionalmente, las horas de combate y bombardeos han dejado centenares de civiles muertos en Tsjinvali. "Saakashvili es el principal asesino", añadió.
Como testimonio independiente, la Acnur, la agencia de refugiados de la ONU, informa de que miles de personas están huyendo de Osetia del Sur, con destino a Osetia del Norte, que es una república autónoma en territorio ruso.
Tras reconocer que las informaciones desde Tsjinvali son escasas, Acnur señaló que uno de sus colaboradores que se encuentra allí contó que "muchos edificios y viviendas han sido destruidas y que sólo personal militar se mueve por las calles".
Ataque antes de las conversaciones de paz
Los disparos comenzaron en la madrugada del viernes, cuando pocas horas después estaba previsto que una representación del gobierno y otra de los separatistas se reuniesen en la ciudad para negociar, con mediación rusa, para ponerle fin a los enfrentamientos armados que se reanudaron con la llegada del mes de agosto. Ambos bandos se acusan mutuamente de haber roto el alto el fuego que amparaba las conversaciones.
Los separatistas controlan Osetia del Sur de modo efectivo desde la guerra civil de 1990, aunque muy pocos países en el mundo reconocen la autoridad de la región, habitada por los osetios o iristanos, una etnia diferenciada de rusos y georgianos.
Su principal valedor internacional es Rusia, que está enfrentada al gobierno de Georgia desde la disolución de la URSS, y que, según el gobierno georgiano, le proporciona armas a los separatistas. Este viernes, las autoridades osetias le han pedido al Kremlin que defienda a sus ciudadanos ante la "agresión fascista".
Protestas desde Rusia
El representante ruso ha reclamado una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU para responder a la crisis. Por ahora, los miembros no fueron capaces de ponerse de acuerdo para emitir una condena en firme.
Moscú justifica su derecho a intervenir para "defender a sus ciudadanos", ya que muchos osetios tienen pasaporte ruso.
La ONU y la Unión Europea, han solicitado un cese inmediato de las hostilidades y la reanudación de las conversaciones de paz. Lo mismo ha hecho China, en nombre de la tregua mundial que tradicionalmente se declara con motivo de los Juegos Olímpicos.
