A ti una paz, a ti otra

Manifestaciones contra las presencia de las tropas rusas en Georgia (Foto:EFE)
photo_camera Manifestaciones contra las presencia de las tropas rusas en Georgia (Foto:EFE)

Las exigencias que hace la Unión Europea a Rusia ''son quizás el reflejo de una cierta malinterpretación del plan de seis puntos''. Al menos así lo cree el embajador ruso ante la UE, Vladimir Chizov, quien asegura que la Federación Rusa ha cumplido ''completamente'' con el texto que firmó.

El pasado lunes, la UE decidió no sancionar a Rusia por su actitud ante el conflicto caucásico, aunque sí le exigió que cumpliera con el punto número 5 del tratado de paz subscrito -las tropas rusas deben regresar al punto en que estaban antes de que se iniciara el conflicto- y respetase la integridad territorial de Georgia.

Sin embargo, Chizov asegura que la UE ha hecho una mala lectura del acuerdo. El Kremlin entiende que los 500 soldados desplazados en la zona tampón de Poti en tareas ''de pacificación'' y vigilancia responden a las ''Otras medidas de seguridad adicionales'', ''claramente mencionadas en el plan firmado por Sarkozy y Medvedev'' según el diplomático.

Dos bandos, dos paces distintas
Recalca además el ''firmado por Sarkozy y Medvedev''. Y es que para Rusia la situación de desencuentro actual se debe casi enteramente a un cúmulo de despropósitos  lingüísticos y de imprenta.

El presidente geogiano, Mijaíl Saakashvili, firmó un tratado de paz al que le ''faltaba el preámbulo'', aseguran los rusos, por lo tanto completamente distinto. Además dicen que en la versión georgiana se borró la parte referida a las futuras discusiones sobre el estatus de las provincias secesionistas de Osetia del Sur y Abjazia, cuya independencia ha reconocido Moscú. Es decir, el sexto punto, por el cual se daría comienzo a un debate internacional para decidir los mecanismos para garantizar la seguridad de ambas regiones.

Ya expertos en el juego de 'busquemos las 6 diferencias que nos hagan víctimas', en Rusia continúan su alegato explicando que en el texto presentado por Condoleeza Rice a Saakashvili se añadía una carta de Sarkozy ''con sus puntos de vista particulares sobre medidas de seguridad que se describen en el punto 5''; impresiones de las que Medvedev nunca tuvo conocimiento y, por lo tanto, nunca firmó.

Por si fuera poco, lamenta el embajador ruso, el documento adolece de un problema de traducción, ya que en una versión se habría hablado de discusión internacional sobre la seguridad, en un caso ''para'' Osetia y en el otro ''en'' Osetia. Diferencias que Sarkozy conocía y que, según el criterio de Chizov, es difícil explicar como una mera laguna lingüística del intérprete.

Superar el malentendido
De todas formas Rusia agradece a Sarkozy su mediación en el conflicto, y disculpa estos pequeños fallos atribuyéndolos a la ''urgencia para convencer a algunos líderes georgianos'' para firmar el texto. Confían en que en el momento en el que se aclare este ''malentendido'','podrá superarse la ''vinculación artificial'' entre la retirada de soldados y las negociaciones de un acuerdo de asociación con la UE.

O lo que es lo mismo, que cuando la UE revise el texto haciendo un esfuerzo de comprensión lectora, comprenderán que ''nosotros hemos cumplido el plan firmado por Sarkozy y el presidente Dmitri Medvedev por completo'' y se resolverá ''esta confusión''.

Ante todo,Medvedev y compañía quieren dejar claro que el único papel timbrado que vale es el que se firma y sella en los despachos del Kremlin, por lo que el texto válido es el que aceptó el lado ruso el 12 de agosto en Moscú, tal y como está registrado ante las Naciones Unidas.

''Rusia y la UE están llamadas a ser aliados'', concluyen en Moscú. Y entre amigos cualquier conflicto puede resolverse y acabar siendo papel mojado.

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