Incendio en las redes sociales

Dilma Rousseff califica su juicio político como un "golpe de Estado"

El Senado abre un proceso de 180 días para decidir si la mandataria, que abandonó el Palacio de Planato entre gritos de "guerrera" y arropada por sus seguidores y por Lula, continúa como presidenta
Rousseff, arropada tras abandonar el Palacio de Planato
photo_camera Rousseff, arropada tras abandonar el Palacio de Planato

El juicio político, conocido como impeachment y que durará 180 días, contra la presidenta brasieña ha sido calificado como un "golpe de estado" por la propia Dilma Rousseff, que se recluirá durante este tiempo en el Palacio da Alborada, su residencia oficial.

El delito fue maquillar las cuentas públicas en los ejercicios de 2014 y 2015, una práctica ilegal pero habitual en los gobiernos brasileños, aunque los senadores también le recordaron en su intervención casos de supuesta corrupción como el de Petrobras.

Rousseff fue arropada por miles de seguidores al abandonar el Palacio de Planato, la sede del Gobierno brasileño, tras ser notificada de que el Senado le abrió un juicio político. "Dilma, guerrera de la patria brasileña", coreaban los cerca de 3.000 militantes del oficialista Partido de los Trabajadores (PT) y de movimientos sociales que apoyaban su Gobierno.

La gobernante evitó abandonar el Palacio por la rampa por la que generalmente salen los presidentes que entregan el cargo para dejar claro, como dijo en un pronunciamiento previo, que seguirá la lucha por volver a la Jefatura del Estado.

El vicepresidente Michel Temer ya firmó la notificación del Senado en la que asume de manera interina la presidencia de Brasil, después de que la Cámara Alta decidiera este jueves abrir un juicio político con fines de destitución a Dilma Rousseff, por 55 votos a favor y 22 en contra.

CON LULA. Arropada por algunos de sus ministros y colaboradores más cercanos, entre ellos el expresidente Lula da Silva, Rousseff se acercó a saludar a sus simpatizantes, en su gran mayoría vestidos de rojo, el color que identifica al PT.

Arropada por algunos de sus ministros y colaboradores más cercanos, entre ellos el expresidente Lula da Silva, Rousseff se acercó a saludar a sus simpatizantes.


A diferencia de la presidenta, que solo durante unos minutos dejó traslucir su tristeza, Lula, su mentor y padrino político, no pudo esconder su abatimiento y se mantuvo en un largo silencio y en un discreto segundo plano.

Antes de despedirse de sus seguidores, Rousseff insistió en calificar de "golpe" el proceso que la suspende del cargo y agradeció el apoyo de los movimientos sociales, de los sindicatos y de los grupos populares. "Un abrazo y un besos para ustedes", gritó ante sus entusiastas seguidores, que corearon consignas a favor de Rousseff y Lula y contra lo que calificaron de "golpe" de estado en Brasil.

La presidenta aseguró que la presencia de los militantes le ayudó a superar un "día muy triste" para ella y para la democracia brasileña. "La tristeza es por vivir una hora negra para el país. La joven democracia brasileña está siendo objeto de un golpe. Y llamo ese proceso de golpe porque el impeachment (juicio destituyente) sin un crimen de responsabilidad que lo justifique es un golpe", afirmó. "Yo no cometí crimen de responsabilidad y estoy siendo víctima de una gran injusticia", agregó.

"POR LA FUERZA". Rousseff atribuyó el proceso a los partidos derrotados en las elecciones de 2014 que, dijo, optaron por llegar al poder "por la fuerza" tras fracasar en las urnas. Advirtió que, con la decisión del Senado, está en juego la democracia brasileña y las conquistas sociales alcanzadas por Brasil desde que el PT asumió el poder hace trece años, primero con Lula y después con ella.

El Gobierno interino presidido por Michel Temer, afirmó, no sólo intentará eliminar o reducir las medidas sociales impulsadas por el PT, sino también reprimir a los movimientos sociales que defienden mejoras para la población.

MENSAJE DE BAN KI-MOON. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, hizo este jueves un llamamiento a la "calma y al diálogo" en Brasil, después de que el Senado de ese país aprobara la suspensión en sus funciones de la presidenta Dilma Rousseff.

En una declaración leída por el portavoz de Ban, Stéphane Dujarric, el secretario general de la ONU informa de que sigue de cerca los acontecimientos políticos que se registran en las últimas horas en Brasil.

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