Revelan la inocencia de un hombre ejecutado en 2004 en Texas

Varios indicios señalan que Todd Willingham, ejecutado con una inyección letal en 2004 sin pruebas periciales fiables, era inocente. La pena se aplicó doce años después de ser condenado por un jurado popular, en 1992, cuando tenía 23 años, por un incendio familiar que acabó con la vida de sus tres hijas. Siempre defendió su inocencia.

Ahora, y cinco años después de su muerte, un experto demuestra que el incendio fue accidental en un informe entregado a la comisión de ciencia forense del Estado. Otros dos compañeros suyos afirmaban lo mismo en sendas investigaciones en 2004 y 2006.

Todos ellos coinciden en la accidentalidad del suceso, en cuya sentencia confluyeron una serie de errores judiciales. A la falta de pruebas periciales se suman los cambios repentinos de declaración de los testigos que alimentaban la acusación. Además, un psiquiatra forense definió a Todd como un ''sociópata muy peligroso'' sin llegar a conocerlo.

Polémica en el país
La noticia hizo saltar las alarmas en el país, donde unas 50 personas al año son condenadas a pena de muerte. Además, actualmente, un caso en Georgia se ha convertido en el centro de atención. Troy Davis, un hombre de raza negra, espera su ejecución tras ser condenado por la muerte de un policía blanco. Insiste en su inocencia mientras un tribunal examina nuevas pruebas que podrían exculparle.

Así, la asociación 'Proyecto Inocencia', contraria a la pena capital, considera que ''mientras nuestro sistema judicial cometa errores, no podremos continuar con las ejecuciones''.

Un 66% de los estadounidenses siguen apoyando la pena capital, aunque un 44% reconocen que les molestaría la ejecución de un inocente.

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