Las presidenciales venezolanas trascurren entre la esperanza y la falta de confianza

En las calles y en los colegios vacíos se hizo evidente que muchos atendieron la llamada a la abstención de la principal alianza opositora

Una joven ejerce su derecho a voto en Caracas. MIGUEL GUTIÉRREZ (EFE)
photo_camera Una joven ejerce su derecho a voto en Caracas. MIGUEL GUTIÉRREZ (EFE)

La calma, la esperanza y la falta de confianza se perciben este en el ambiente en el que transcurren las cuestionadas elecciones presidenciales de Venezuela, donde además se observan calles solitarias y centros de votación vacíos, a diferencia de votaciones pasadas.

Aunque el chavismo asegura que en el país hay "una fiesta electoral", otros definen la situación como "triste", pues pese haber acudido a votar son conscientes de que hay un sector de la población que no está dispuesto a sufragar.

En las calles y en los colegios vacíos se hizo evidente que muchos atendieron la llamada a la abstención de la principal alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) que no participa en los comicios. "Si la gente de verdad sigue pensando de la manera que está pensando nunca vamos a salir de esto. La gente no piensa que tiene la última oportunidad de elegir el destino de nuestro país", dijo a Efe la ama de casa Rosa Colmenares al criticar la falta de personas sufragando.

La mujer, que votó en un centro del este de Caracas en el que apenas se veían las personas ingresando a sufragar, pidió a sus compatriotas "que no quieren salir a votar" que se pongan la mano en el corazón y cambien su forma de pensar para poder lograr el cambio de Gobierno, que, aseguró, buscan los venezolanos.

Una opinión similar expresó Francisco Azuaje, quien votó en la barriada popular de Catia, bastión del chavismo en el oeste de Caracas y donde tampoco se observaron filas ni gente en los centros. El hombre, que dijo ser obrero, indicó que salió a votar "para ver si cambia este país" y porque no está de acuerdo con la llamada a la abstención.

En Catia la mayoría de los votantes acudía a los denominados "puntos rojos" (toldos de control del voto chavista) para informar de que ya habían ejercido el sufragio, algo que además se observó en todos los centros electorales visitados por Efe en Caracas.

Efe también fue testigo de la alegría de un hombre que comentaba a otro haber recibido un mensaje que le llegó a su móvil en el que se le informaba de un bono, tras haber notificado en un "punto rojo" que votó.

En esta misma zona, la mayoría de las personas se negaba a hablar con los medios por temor a los "colectivos chavistas" que defienden la "revolución".

Mientras, comercios y mercados trabajaban con absoluta normalidad y registraban mayores filas de personas que los propios centros electorales. Tal fue el caso del Colegio Miguel Antonio Caro, el centro de votación del presidente y candidato a la reelección Nicolás Maduro, donde había más personas esperando el transporte para ir a la playa que para votar.

Desde allí, se escuchaba decir a algunos presentes en la cola frases como "los venezolanos no votamos" o "los que queremos a Venezuela no salimos a votar" y "aquí ganó la abstención, el pueblo no quiere nada con esos tramposos".

Sin embargo, también hay quienes aseguran que el proceso "se ha desenvuelto de una forma adecuadamente" y de manera "organizada porque la gente llega a votar sin ningún contratiempo". "El voto es rapidito ¿verdad? Es confiable porque bueno es un sistema de los mejores de mundo", dijo Domingo Oviedo desde un colegio de votación en el este de Caracas también vacío.

En estos comicios aspiran a la presidencia, además de Maduro, el exgobernador Henri Falcón, un chavista disidente que se apartó de la decisión de la opositora MUD de no participar e inscribió su candidatura; el ex pastor evangélico Javier Bertucci y el ingeniero Reinaldo Quijada. 

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