El Papa inicia una visita histórica a Irak: "Era un deber visitar esta tierra martirizada"

Se trata del primer viaje en quince meses que realiza el Pontífice debido a la pandemia
El presidente iraquí recibe al Papa este viernes en Bagdad. EFE
photo_camera El presidente iraquí recibe al Papa este viernes en Bagdad. EFE

El Papa llegó este viernes a Irak para una visita de tres días porque era "su deber" viajar "a esta tierra martirizada", según confesó durante el vuelo, mientras que en su primer discurso en tierras iraquíes pidió el compromiso de la comunidad internacional para llevar la paz a este país y a todo Oriente Medio.

En su viaje más difícil y arriesgado, Francisco usó un vehículo blindado para trasladarse a los actos, algo que no había hecho en otras visitas, cuando suele elegir un simple utilitario, pero aquí, debido a los últimos atentados, se tomó finalmente esta decisión. 

El primer acto del pontífice, tras 15 meses sin viajar, fue un encuentro en privado durante media hora con el presidente del país, el kurdo Barham Saleh, que lo recibió a la puerta del palacio presidencial con todos los honores. Saleh había viajado en dos ocasiones al Vaticano para convencerlo de que realizara este viaje. 

"El nombre de Dios no puede ser usado para justificar actos de homicidio, terrorismo y opresión", subraya el Papa

Después, en el discurso a las autoridades, Francisco pidió el compromiso de la comunidad internacional para llevar la paz a Irak "pero sin imponer intereses políticos e ideológicos". 

En un país que ha vivido los últimos 20 años en guerra, clamó para que "callen las armas y cesen los intereses particulares, que son indiferentes a la población". "No más violencia, extremismos, intolerancias", dijo. 

Destacó entonces que "la comunidad internacional tiene un rol decisivo que desempeñar en la promoción de la paz en esta tierra y en todo Oriente Medio" y citó "el largo conflicto en la vecina nación de Siria, de cuyo inicio se cumplen en estos días ya diez años". 

Y esperó "que las naciones no retiren del pueblo iraquí la mano extendida de la amistad y del compromiso constructivo, sino que sigan trabajando con espíritu de responsabilidad común con las autoridades locales, sin imponer intereses políticos e ideológicos". 

Ante el terror del extremismo islámico, el Papa recordó que "el nombre de Dios no puede ser usado para justificar actos de homicidio, terrorismo y opresión".

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