Obama triplicará los efectivos para combatir la marea negra

El presidente de EEUU, Barack Obama, decidió triplicar los 20.000 efectivos del personal federal destinado a combatir la marea negra en el golfo de México en su segunda visita a la zona, durante la que aseguró que el vertido de petróleo es un "asalto a la población y a la economía regional".

El presidente estadounidense visitó este viernes la costa de Luisiana para inspeccionar los daños causados por el vertido de crudo procedente de una plataforma que explota British Petroleum (BP), que ya se ha convertido en el peor de la historia.

Tras reunirse con los responsables de la lucha contra la marea negra, Obama anunció el aumento del personal. "Ustedes no están solos y no vamos a dejarles atrás. Vamos a resolver esto y no cejaremos hasta que el problema haya acabado. Esa es mi promesa a ustedes en nombre de esta nación, una promesa que vamos a cumplir", subrayó Obama, quien como había declarado el jueves dijo que "como presidente, el responsable final soy yo".

Entre tanto, se desconoce aún si han surtido efecto los últimos intentos de la empresa responsable del vertido, British Petroleum, por taponar el pozo mediante una inyección de lodo pesado.

Al respecto, Obama intentó hacer un llamamiento a la calma al asegurar que "si esa operación no tiene éxito, contamos con un equipo, encabezado por nuestro secretario de Energía y Premio Nobel, Steve Chu, que sopesa todas las alternativas".

Obama tocó el alquitrán
En su segunda visita en tres semanas a Luisiana, Obama sobrevoló la zona afectada, recorrió una de las playas contaminadas y mantuvo una reunión informativa con el responsable que coordina la lucha contra la marea negra, el almirante Thad Allen.

Allí pudo comprobar cómo el acceso al mar estaba bloqueado por una cinta amarilla con la palabra "peligro" y la orilla, cubierta con flotadores absorbentes para recoger el petróleo. En camisa blanca y arremangado, el presidente se inclinó sobre la arena para recoger pequeñas bolas de alquitrán.

El consejero delegado de BP, Tony Hayward, dijo hoy que se tardará aún dos días en saber si funciona la inyección de lodo pesado para sellar el pozo.

Imágenes de la fuga muestran chorros de fluido saliendo de la tubería rota, pero Hayward aclaró en la cadena 'CNN' que lo que se escapa es "casi todo lodo, que no es tóxico".

El vertido comenzó después de que una explosión destruyera el pasado 20 de abril la plataforma 'Deepwater Horizon', gestionada por BP, en un incidente en el que murieron a once trabajadores.

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