Obama sale reforzado del segundo debate

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Un debate más y un día menos para Barack Obama, que sigue sorteando pruebas en el 'eslalom' que, de momento, parece anticipar su llegada a la Casa Blanca. El senador de Illinois sale reforzado de su segundo encuentro con John McCain. La práctica totalidad de los sondeos realizados tras el debate le dan la victoria, pero aún aceptando la hipótesis más pesimista -el empate técnico, propugnado dende el entorno mediático republicano- tiene varios motivos para alegrarse.

El primero viene dado por la actual situación de las encuestas. Con Obama con una ventaja efectiva -es decir, por encima del margen de error- desde hace más de diez días, tanto a nivel nacional como en varios estado clave, McCain necesitaba un revulsivo para invertir la tendencia. No lo consiguió. El veterano senador lo intentó con su primera intención, afirmando que de ganar las elecciones del 4 de noviembre, el Estado compraría hipotecas a precios desorbitados para renegociarlas a baja. Eso sí, escondió que el coste de la operación sumaría otros 300.000 millones al billón largo empeñado en el Plan Bush.

Obama también puede alegrarse de que el tono del debate fue mucho menos tenso de lo que hacían preveer los días anteriores. Ni el público planteó preguntas relacionadas con las 'amistades peligrosas' de Obama, ni con el polémico caso 'Keating Five' que involucra a McCain ni ninguno de los candidatos quiso 'quitarse los guantes'. Con ese panorama, la economía fue el tema estrella del debate, algo que McCain, errático y sin plan, sabe que va en su contra.

¿Buffett, secretario del Tesoro?

Obama se mostró mucho más seguro y convincente que en el primer debate, menos rígido y cercano. El formato -preguntas directas del público y sin atril de por medio- también le ayudó a conectar más fácilmente.

Quiso despejar las dudas sembradas por McCain sobre la subida de impuestos, afirmando que el 90% de la población no la sufrirá y que sólo se verían afectactos aquellos con rentas superiores a los 250.000 dólares anuales y que habrá una reducción del gasto público. "Los buenos hábitos de ahorro tienen que empezar en Washington", dijo. Con ese panorama McCain no tenía sencillo insistir en su acusación de que Obama es el senador ''más izquierdista posible''.

Obama también dejó caer que Warren Buffett, el 'oráculo de Omaha', con una carrera plagada de éxitos económicos y filantrópicos podría ser el sucesor de Paulson al frente del Tesoro. McCain barajó entre los candidatos a Meg Whitman, fundadora de Ebay aunque si en los próximos días fuese capaz de convencer a Buffett de sumarse a su candidatura podría conseguir un nuevo 'efecto Palin', pero de resultados menos volátiles.

Política exterior

Y si Obama consiguió imponerse en las preguntas económicas, también demostró mayor solidez en política exterior, una novedad hasta el momento. Quizás el momento más recordado de la noche llegó cuando McCain le acusó de no tener conocimientos para ser comandante en jefe de las tropas. ''Es cierto, hay cosas que no entiendo. No entiendo cómo terminamos invadiendo un país que no tenía nada que ver con el 11-S. Eso es lo que no entiendo"

Eso sí, para aquellos que siguen viendo en él una paloma rodeada de halcones, una muestra. "Matar a Osama Bin Laden debe ser la prioridad", sentencia.  "Si Pakistán no quiere eliminar a Bin Laden, nosotros debemos hacerlo".

los primeros resultados tras la hora y media de debate apuntaban a un duro fracaso de McCain. El sondeo informal de CNN daba como vencedor a Obama para el 54% de la audiencia, frente al 30% de McCain. La CBS moderaba el triunfo de Obama a un 39%, pero rebajaba también el apoyo a McCain al 27%. ¿Seguirán los republicanos endureciendo el debate o buscarán un nuevo 'huracán Palin'? El margen es cada vez más estrecho.

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