Parece una noticia digna de la última hornada de El Mundo Today, pero no lo es. Ser un bombón nunca salió tan caro, y es que al joven fotógrafo Omar Borkan Al Gala el ser ''excesivamente guapo'' le ha costado la expulsión de Arabia Saudí.
Lo que para nuestros oídos parece una broma surrealista se trata de una cuestión muy seria en un país donde las mujeres tienen prohibido relacionarse con cualquier hombre desconocido o casi incluso con aquél que no forme parte de su familia.
La policía religiosa de la Comisión para la Promoción de la Virtud y la Prevención de Vicios patrulla las calles del país para controlar los buenos hábitos y pulcritud de las costumbres de su ciudadanía, y fueron agentes de este mismo cuerpo los que arrestaron al fotógrafo y a dos compañeros en un festival celebrado hace días.
La explicación oficial para las detenciones y posteriores expulsiones del país es que las mujeres presentes en el festival corrían el riesgo de caer rendidas a los encantos de estos jóvenes, demasiado guapos para el entender de los agentes.
