Al menos tres civiles han muerto en varios tiroteos registrados durante la operación militar que las tropas internacionales, apoyadas por el Ejército afgano, llevan a cabo en un bastión talibán del sur del país, según informó el mando militar de la OTAN.
Desde el pasado sábado, unos 15.000 soldados llevan a cabo un gran asalto contra la insurgencia en el municipio helmandí de Marjah y sus aledaños, la mayor operación militar por número de tropas desde la caída del régimen talibán en 2001.
El Gobierno afgano ha pedido a los insurgentes que resisten en Marjah que se acojan a la oferta de reconciliación nacional y depongan las armas, tras advertirles de que los combatirá hasta asegurarse el control de la zona, donde residen unas 80.000 personas.
En un comunicado, la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), bajo mando de la Alianza Atlántica, precisó que los civiles perdieron la vida "accidentalmente" en distintos puntos del distrito de Nad Ali, en la provincia meridional de Helmand, en el marco de la ofensiva 'Moshtarak'.
De acuerdo con la información de la ISAF, dos civiles afganos resultaron heridos el pasado domingo en un tiroteo con arma corta. Las víctimas fueron alcanzadas en el fuego cruzado durante un choque armado entre las tropas y los extremistas en el interior de un edificio supuestamente usado por talibanes, motivo por el que fueron confundidas con miembros de la insurgencia.
Cuando constataron su error, los militares trasladaron a los heridos a un hospital de campaña de la ISAF, pero finalmente uno de ellos falleció.
También el domingo, las fuerzas de la ISAF tirotearon a un civil que se aproximó a una patrulla militar durante una operación de rastreo, a pesar de que las tropas le dieron instrucciones de que se alejara de la zona. En un suceso similar, otro civil perdió la vida a causa de los disparos de los soldados, que creyeron que podía tratarse de un suicida.
Dos cohetes desviados provocan más víctimas
Estas tres víctimas se suman a los doce civiles que el pasado domingo perdieron la vida después de que dos cohetes lanzados por las tropas se desviaran 300 metros de su trayectoria y erraran en su objetivo de impactar contra un refugio insurgente.
"Estos incidentes representan algunas de las situaciones más difíciles a las que se enfrentan las fuerzas afganas y de la ISAF durante la operación Moshtarak. Nuestras fuerzas continúan haciendo todo lo que pueden por proteger a los civiles", dijo un portavoz de la ISAF, el coronel Steven Baker.
En la provincia vecina de Kandahar, al menos otros cinco civiles murieron el lunes y dos sufrieron heridas en una ofensiva aérea lanzada en el distrito de Zhari, según otra nota.
Los militares localizaron a un grupo de personas cavando en un sendero y creyeron que estaban colocando una mina caminera por lo que pidieron apoyo aéreo y bombardearon la zona. Cuando los soldados se aproximaron al lugar de la ofensiva descubrieron que se trataba de civiles y trasladaron a los heridos a un centro de atención médica de la ISAF.
Mientras, dos soldados de la ISAF han muerto en las últimas 24 horas por la explosión de dos artefactos improvisados en el sur del país, según un breve comunicado que no precisa la provincia en la que se registraron los ataques ni la nacionalidad de las víctimas.
