Siete soldados de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) han muerto en las últimas 24 horas en Afganistán a causa de ataques insurgentes en diferentes puntos del país, según informó la organización militar que actúa bajo paraguas de la OTAN.
El suceso más grave tuvo lugar este domingo en el norte de Afganistán, donde cuatro soldados murieron por la explosión de una bomba caminera, según informó la ISAF en un comunicado. El Gobierno noruego confirmó que el suceso se produjo en la provincia de Faryab y que los cuatro militares son de este país nórdico. El incidente se produjo mientras los soldados realizaban una patrulla de reconocimiento.
El primer ministro, Jens Stoltenberg, mostró su ''profundo pesar'' por lo ocurrido, pero reiteró que Noruega no retirará sus tropas de Afganistán de forma unilateral. ''Llegamos junto con nuestros aliados de la OTAN y nos retiraremos con nuestros aliados de la OTAN'', afirmó Stoltenberg.
Otras muertes
Además, dos soldados estadounidenses murieron el domingo en una operación conjunta de unos 600 efectivos del Ejército afgano y de la ISAF en la provincia afgana de Kunar (noreste), en la que también murieron varios insurgentes, afirmó la ISAF en otro comunicado. Un tercer militar falleció en el transcurso de la operación, aunque la ISAF no precisó si se trataba de un miembro de las tropas afganas o de las internacionales.
También el domingo perdió la vida en el sur de Afganistán otro militar de la fuerza internacional, de acuerdo con un tercer comunicado de la organización, que atribuyó la muerte a un ''ataque insurgente''.
En el sur de Afganistán predomina la etnia pastún, de la que proceden tradicionalmente los talibanes, y es en esta zona donde se registran la mayoría de las víctimas de la ISAF. Las tropas de la ISAF sufrieron la semana pasada numerosas bajas, lo que convirtió el mes de junio en el más sangriento de 2010 para las tropas internacionales destacadas en el país centroasiático.
En Afganistán hay desplegados unos 130.000 soldados extranjeros, a la espera de un último refuerzo de 20.000 efectivos.
