Movilizaciones contra la troika en Italia y Portugal

Italia y Portugal acogieron hoy protestas en contra las políticas de la troika en multitudinarias manifestaciones en las que llegó a haber algunos altercados y enfrentamientos con las autoriadas de sendos países.

En Roma, la policía italiana ha realizado varias cargas contra un grupo de encapuchados que les han lanzado botellas y petardos en las proximidades del Ministerio de Economía durante la manifestación convocada hoy.

Decenas de miles de personas convocadas por movimientos antisistema acudieron hoy a la manifestación de la capital italiana para protestar contra la política de austeridad y la precariedad.

Los momentos de tensión llegaron cuando un grupo de infiltrados arrojó objetos contra la sede de un movimiento de extrema derecha y después comenzó a lanzar botellas contra los furgones blindados de la policía a la altura del Ministerio de Economía.

Tras los altercados, varios furgones y centenares de agentes formaron un cordón de seguridad en torno al ministerio para evitar los ataques del grupo de encapuchados, que lograron dispersarse por las calles adyacentes.

La marcha se desarrolló sin problemas durante las primeras horas, pero justo al final comenzaron las tensiones por parte de un grupo de manifestantes que se apartaron del recorrido.

Estos lanzaron huevos contra algunas entidades bancarias y el Ministerio de Economía, y también se realizaron pintadas en la estatua de papa Juan Pablo II que se encuentra en la plaza adyacente a la estación ferroviaria de Termini, en pleno centro de Roma, así como contra la sede de Casapound, ocupada por militantes de extremaderecha, que no dudaron en salir también a la calle con cascos y mazas, por lo que la policía se vio obligada a acordonar la zona.

La manifestación, con 70.000 personas según los organizadores, comenzó a las 14:00 (12:00 GMT) en la Plaza de San Juan de Letrán, donde muchos habían acampado durante la noche, y se dirigió hacia la zona de Porta Pía.

PORTUGAL

Decenas de miles de portugueses volvieron hoy a la calle en diferentes puntos del país para mostrar también su negativa frontal a los ajustes aplicados a instancias de la troika y a los cortes del gasto público que prepara el Gobierno para 2014.

Convocados por el principal sindicato luso, la Comisión General de Trabajadores Portugueses (CGTP, de tendencia comunista), los manifestantes censuraron al Ejecutivo conservador liderado por el primer ministro Pedro Passos Coelho y anunciaron nuevas protestas para "derribarlo".

Uno de los objetivos de sus críticas fue el proyecto de Presupuestos para 2014 elaborado por el Gobierno, y que recoge una rebaja salarial para el 90 % de los funcionarios, cortes en las pensiones de los trabajadores públicos y el aumento de los impuestos en productos como el alcohol, el tabaco o los vehículos diesel.

La idea de los organizadores de la manifestación era recorrer a pie en Lisboa el famoso Puente 25 de abril, inaugurado en los años 60 en época del dictador António Oliveira Salazar y que cambió de nombre con la llegada de la democracia.

Las autoridades lusas no concedieron el permiso, aunque permitieron una "marcha lenta" de más de 400 autobuses que transportaban a los sindicalistas procedentes de la zona sur de Lisboa, conocida popularmente como el "cinturón rojo" de la capital debido a la fuerte presencia de socialistas y comunistas.

Los autocares recorrieron durante más de una hora los poco más de dos kilómetros que separan una punta y otra del puente, y fueron recibidos con vítores por los manifestantes ya congregados en la ciudad.

Una vez allí, las consignas más repetidas fueron dirigidas al gobierno conservador y la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional), a los que criticaron que obliguen a Portugal a mantener la austeridad a pesar de que el país acumula tres años de recesión y que el desempleo se ha disparado hasta niveles récord (16 %).

Similares imágenes se registraron en Oporto, donde los manifestantes llenaron el Puente del Infante y exhibieron su oposición a las políticas de recortes llenando una de las más emblemáticas arterias de la ciudad, la Avenida de los Aliados.

Fuentes de la CGTP -con más de medio millón de afiliados, según sus propios datos- calcularon en torno a 50.000 personas el número de asistentes a esta protesta en Oporto, convirtiéndose así en una de las más multitudinarias de los últimos años.

El secretario general de la CGTP, Arménio Carlos, aprovechó la ocasión para lanzar un mensaje al presidente portugués, Aníbal Cavaco Silva, al que exhortó a enviar los Presupuestos para 2014 -una vez sean aprobados en el Parlamento- al Tribunal Constitucional para su fiscalización.

Desde el principal partido de la oposición, el Socialista, su líder, António José Seguro, consideró las manifestaciones de hoy como "una señal clara de que los portugueses no se quedan de brazos cruzados" frente a los problemas del país.

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