Morales seguirá al frente de Bolivia tras hacerse con el 60% de los votos

El presidente boliviano, Evo Morales, acompañado de su vicepresidente, Álvaro García Linera, durante la celebración de su victoria electoral. (EFE/Martin Alipaz)
photo_camera El presidente boliviano, Evo Morales, acompañado de su vicepresidente, Álvaro García Linera, durante la celebración de su victoria electoral. (EFE/Martin Alipaz)

Los bolivianos revalidaron hoy su apoyo al actual presidente, Evo Morales, vencedor con casi un 60 % de los votos de las elecciones generales celebradas hoy en Bolivia, según las encuestas a pie de urna y por recuento rápido.

Este resultado permitirá a Morales gobernar un tercer mandato, de 2015 a 2020, tras concurrir a estos comicios avalado por el Tribunal Constitucional de su país, a pesar de que la Carta Magna que él promulgó en 2009 solo permite dos periodos consecutivos en el poder.

A falta de los resultados oficiales, que se conocerán a primera hora del lunes, todo el país dio como ganador a Morales, ya que en Bolivia, históricamente, los resultados extraoficiales coinciden con los datos que difunde el Tribunal Supremo Electoral (TSE) tras el escrutinio oficial.

Aunque el TSE había anunciado que a medianoche hora local (04.00 GMT) ofrecería el escrutinio al 70 %, a esa hora el recuento apenas rozaba el 3 %.

Sin embargo, Morales no necesitó de la ratificación oficial de su victoria y apenas se conocieron los sondeos salió al balcón del Palacio de Gobierno para celebrar ante una multitud su triunfo electoral.

El gobernante indígena dedicó este resultado al líder cubano Fidel Castro, al fallecido mandatario venezolano Hugo Chávez y a todos los gobiernos "antiimperialistas" del mundo.

También tendió la mano a la oposición para trabajar "por Bolivia" y dijo que su triunfo ha demostrado que en el país "no hay media luna, sino luna llena", en alusión a la forma en que los políticos opositores autonomistas se referían a las regiones orientales con el apelativo de "Media Luna".

Por primera vez, Morales se impuso en el próspero departamento de Santa Cruz, tradicionalmente una región opositora y que años atrás fue el bastión del movimiento autonomista en Bolivia.

También el resto de los candidatos dio por buenos los resultados extraoficiales.

Los opositores anunciaron que fiscalizarán férreamente al Gobierno de Morales y que trabajarán para evitar que éste se perpetúe en el poder, como muchos temen.

El más inmediato contrincante de Morales, el empresario conservador Samuel Doria Medina, habría logrado entre el 24 y el 25,3 %, porcentaje que supone su tercera derrota electoral ante el actual gobernante.

Para Doria Medina, este resultado es "un mandato para que todos los parlamentarios de Unidad Demócrata (su partido) fiscalicen adecuadamente la gestión de gobierno".

"Nos aseguraremos de que no haya más reelecciones, que se cumpla la Constitución, las leyes; nos aseguraremos de que mejore la salud, la seguridad ciudadana, la educación, de que se maneje adecuadamente la economía de nuestro país", añadió.

El tercer candidato más votado fue el expresidente Jorge Quiroga (2001-2002), que obtendría en torno al 9,6 % de los votos.

Quiroga avanzó que ejercerá la oposición en el Parlamento para evitar que Morales se aferre al cargo.

Los otros dos candidatos presidenciales, el exalcalde de La Paz Juan del Granado y el líder indígena Fernando Vargas, habrían conseguido entre un 2,7 y un 3 % de respaldo, respectivamente, según los mismos sondeos.

La jornada de votación se desarrolló sin incidentes destacables y con altos índices de participación, informó a Efe el vocal del TSE Marco Ayala.

En Bolivia es obligatorio votar y no hacerlo está sancionado con una multa y la prohibición de realizar transacciones bancarias durante tres meses.

Además, desde dos días antes de los comicios y hasta el mediodía del lunes está prohibida la venta y el consumo de bebidas alcohólicas, mientras que el día de la votación la circulación de vehículos en las ciudades y por el interior del país fue restringida.

La Policía y las Fuerzas Armadas movilizaron a 51.200 efectivos para garantizar la seguridad durante los comicios.

Alrededor de 200 observadores de organismos internacionales vigilaron el desarrollo de las elecciones en todo el territorio boliviano.

Entre las misiones que se desplazaron a Bolivia figuran las enviadas por la Organización de Estados Americanos (OEA), la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y el Parlamento Europeo.

En total, casi 6 millones de bolivianos estaban llamados a las urnas para votar en el país por presidente, vicepresidente, diputados, senadores y legisladores para organismos supraestatales.

Otros 272.058 emigrantes bolivianos pudieron votar en 33 países, la mayoría en Argentina, España y Brasil, para elegir a los primeros mandatarios.

Una de las anécdotas de la jornada la protagonizó un error léxico en las papeletas electorales en las que, en lugar de leerse "Estado Plurinacional de Bolivia" que es el nombre completo del país andino, ponía "Estado Plurinominal de Bolivia".

Fuentes del TSE declararon a Efe que se trató de un error de imprenta que no afectaba a la validez legal de las papeletas.

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