"Los próximos cuatro años no pueden ser como los últimos ocho". La frase, acuñada por Barack Obama, fue incorporada al guión de los últimos discursos de John McCain.
Es una de las pocas coincidencias entre el demócrata y el republicano: gane quien gane, Estados Unidos necesita desintoxicarse de los ocho años de gobierno de Bush.
- Política exterior
La ocupación de Irak, un país donde permanecen 150.000 soldados del Pentágono, es el gran tema a discutir en este campo. La postura de Obama ha quedado clara desde que anunció su candidatura a la Casa Blanca: la guerra fue un error. Las tropas abandonarán el país árabe antes de verano de 2010 si el afroamericano llega a presidente.
Pero enfrente tiene a un ferviente defensor de la ocupación. McCain descarta fijar plazos y se regodea en la idea de que Estados Unidos está ganando la contienda. Para el republicano, sólo la victoria es una opción.
Las posturas están más claras en el caso de Irán: ninguno de los candidatos descarta la intervención militar. Ambos apoyan también la ocupación de Afganistán y solicitan reforzar las unidades allí desplegadas. McCain propone tres brigadas adicionales y Obama dos, cada una de esas agrupaciones tiene entre tres mil 500 y cinco mil hombres.
Y Cuba es el otro punto de encuentro. Estados Unidos mantendrá el embargo sobre la isla, a no ser que el Gobierno libere a los presos políticos, acepte la libertad de prensa, legalice a los sindicatos y dé pasos a favor de la democracia.
- Economía
Una crisis que se prolonga más de lo deseado se ha convertido en el problema que más preocupa a los norteamericanos. En respuesta, McCain y Obama están de acuerdo al denunciar el despilfarro y el deficiente control financiero.
La principal discrepancia radica en el manejo de los impuestos. El candidato demócrata propone recortar impuestos en 80.000 millones de dólares al año a los trabajadores, dueños de viviendas y retirados. Además, quiere eliminar los impuestos a los ingresos de los trabajadores de más edad que ganen menos de 50.000 dólares al año.
Propone a mayores premiar a las compañías que contraten personal estadounidense y que mantengan sus sedes principales en el país, así como elevar el salario mínimo.
Mientras, McCain promete mantener los recortes impositivos impulsados por George W. Bush, que expiran en 2010. Planea elevar las exenciones de cada dependiente de 3.500 a 7.000 dólares, y propone una congelación del gasto para resolver la crisis financiera.
La creación de un fondo de ayuda a las compañías financieras y crediticias a evitar la quiebra completa las ideas republicanas en esta materia.
- Sanidad
El acceso al sistema sanitario es otro de los temas fundamentales en un país donde alrededor de 47 millones de personas carecen de seguro médico. Los candidatos han afrontado este panorama desde distintas ópticas.
El veterano senador por Arizona se opone a la cobertura universal obligatoria, bajo el argumento de que la competencia fomenta la calidad. Promoverá créditos impositivos para quienes tengas menos ingresos y no puedan costearse un servicio de salud, y promete una asistencia sanitaria asequible a todos los estadounidenses.
Enfrente, Obama propone un sistema nacional de seguro para personas que no disfruten de asistencia sanitaria por parte de sus empleadores, y cubrir a los menores de 25 años que no tengan seguro a través de los planes de sus padres.
- Inmigración
El tema pasó casi inadvertido en la campaña, pese a que ambos candidatos echaron la caña al voto latino. John McCain se ha retractado de la ley de inmigración de 2007, que ayudó a redactar, que apostaba por la legalización de los inmigrantes sin papeles.
Obama apoya el camino hacia la legalización, promoviendo el aprendizaje del inglés y el pago de multas. Además, apuesta por el endurecimiento de las penas para quienes contraten a inmigrantes ilegales.
- Energía
Los dos candidatos han fustigado la dependencia energética de Estados Unidos, pero no encontraron una solución común.
Obama promociona un plan integral, en cuyo centro están las fuentes alternativas eólica, solar, hidrológica y geotérmica, agenda también conformada por las perforaciones petroleras y el desarrollo nuclear, que no defiende pero tampoco descarta como parte de un programa mixto. Aún así, rechazan las perforaciones en el Ártico.
Las bases del proyecto energético de McCain son las nuevas perforaciones y la construcción de 43 centrales nucleares antes de 2030. Propone además la suspensión del impuesto federal del combustible durante el verano, idea a la que Obama se opone.
El senador por Arizona promete reducir las emisiones contaminantes en un 60% respecto a los niveles de 1990 en 2050; el candidato demócrata sube hasta el 80%.
- Aborto y células madre
Frente al 'no' rotundo de McCain al aborto, el senador por Illinois entiende que se trata de una decisión de la propia mujer.
Obama favorecería un incremento de las investigaciones con células madre, y se opone a la clonación humana. McCain, que tampoco apoya esta modalidad de clonación, respalda el financiamiento federal para la investigación con células de embriones descartados.
