Más de 40 muertos en una estampida humana en una celebración religiosa en Israel

En torno a 100.000 religiosos se habían congregado en la tradicional festividad de Lag Baomer

Los servicios de emergencia tratan a los heridos en el Monte Merón. EUROPA PRESS
photo_camera Los servicios de emergencia tratan a los heridos en el Monte Merón. EUROPA PRESS

 Al menos 44 personas han muerto en una estampida humana en el norte de Israel, cuando decenas de miles de judíos celebraban este jueves la tradicional festividad de Lag Baomer, en un evento que fue el más concurrido en el país desde el inicio del covid-19.

La avalancha, que también causó en torno a 150 heridos, tuvo lugar en la madrugada de este viernes mientras judíos ultraortodoxos celebraban esta popular fiesta religiosa con cánticos, bailes y hogueras en el Monte Merón de Galilea, y es uno de los incidentes más trágicos en la historia reciente de Israel.



Durante la noche, los servicios de emergencia desplazaron con ambulancias o helicópteros a los afectados en hospitales del norte y centro de Israel con apoyo añadido de cuerpos policiales y Ejército.

Según la Policía, todos los heridos ya fueron evacuados. Tras una primera investigación preliminar, esta determinó que el accidente se produjo a raíz de una estampida humana que aplastó a parte de los asistentes entre la multitud, informó el digital local Ynet.

La prensa local señala que en torno a 100.000 religiosos se habían congregado en este evento religioso, que debía ser una velada festiva pero acabó con una horrible tragedia.

Se desconoce aún la causa exacta del incidente. La avalancha podría haber sido a raíz de una tribuna de un concierto que cayó, a lo que se habría añadido la gran aglomeración de gente en el área, dijo a Efe un portavoz del servicio de emergencias United Hatzalah.

"Hubo un colapso debido al hacinamiento y las personas se cayeron unas encima de otras", lo que provocó que muchos escaparan del lugar y se encontraran en una situación de mayor abarrotamiento, agregó.

La festividad de Lag Baomer estaba transcurriendo este año sin grandes restricciones, después de que Israel haya vuelto a una normalidad casi completa tras una rápida vacunación contra el coronavirus.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, lamentó el incidente, que consideró un "terrible desastre".

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