Brasil elegirá entre Lula y Bolsonaro tras una primera vuelta más ajustada de lo previsto

El presidente superó las encuestas al conseguir un 43% de los votos, frente al 48% del exmandatario ► La segunda vuelta será el 30 de octubre
Lula celebra los resultados en la noche del domingo. ETTORE CHIEREGUINI (Efe)
photo_camera Lula celebra los resultados en la noche del domingo. ETTORE CHIEREGUINI (Efe)
  1. Primeras reacciones
  2. Recuento de infarto
  3. La fuerza regional de Bolsonaro
  4. Romário es reelegido como senador por el partido de Bolsonaro

El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y el actual mandatario, Jair Bolsonaro, se disputarán la presidencia el próximo 30 de octubre en la segunda vuelta de las elecciones. La distancia entre ambos en la primera, celebrada este domingo, ha sido menor de la que apuntaban las encuestan, que en muchos casos otorgaban a Lula la mayoría que habría evitado la segunda vuelta. Al final, ha obtenido un 48%, y Bolsonaro, un 43%.

El resultado es mucho más ajustado de lo que anticipaban los sondeos de intención de voto, que situaban al expresidente 14 puntos por encima del líder de la ultraderecha. Al final del recuento, Lula se quedó a menos de dos puntos (4,7 millones de votos) de un triunfo en primera vuelta, pero la victoria tuvo un cierto sabor amargo por la inesperada demostración de fuerza del bolsonarismo tanto a nivel nacional como regional.

Jair Bolsonaro, en la noche del domingo. JOÉDSON ALVES (Efe)
Jair Bolsonaro, en la noche del domingo. JOÉDSON ALVES (Efe)

Primeras reacciones

Tras conocerse los resultados, un Lula sonriente afirmó que ganará en la segunda vuelta y mostró confianza en que regresará a la jefatura del Estado que ocupó entre 2003 y 2010. No obstante, consciente de que el triunfo fue más ajustado de lo esperado, lo puso en perspectiva y recordó lo ocurrido en 2018, cuando siguió las elecciones desde la cárcel, condenado por corrupción.

"Para valorar lo de hoy hay que recordar lo que estaba ocurriendo hace cuatro años. Yo era visto como si fuera un ser humano fuera de la política", dijo Lula. La situación de Lula dio un giro en abril de 2021, cuando la Corte Suprema anuló las dos condenas por las que cumplió 580 días de cárcel y le devolvió los derechos políticos, lo que le permitió volver a ser candidato.

Bolsonaro, en cambio, atendió a la prensa en Brasilia con gesto serio, reconociendo que existe una "voluntad de cambio" en el electorado, aunque manifestó confianza en la victoria el 30 de octubre.

Una de las incógnitas en la jornada era si el líder de la ultraderecha reconocería el resultado en el caso de no ganar los comicios, después de haber liderado una campaña sistemática para cuestionar la fiabilidad del sistema electoral. Al comentar los resultados, no los puso en duda ni volvió a atacar al sistema electoral, pero sí aprovechó para reiterar su desconfianza en las encuestas.

Recuento de infarto

El recuento mantuvo en vilo a los brasileños. Bolsonaro estuvo por delante prácticamente desde el cierre de los colegios electorales, hasta que Lula lo adelantó con el 70% escrutado, tres horas después del final de la jornada de votación.

En varias ciudades se oyeron gritos de alegría cuando se produjo el adelantamiento, pero los ánimos de los seguidores de Lula se fueron enfriando conforme avanzaba el recuento y quedaba claro el panorama de una segunda vuelta, con fuerzas equilibradas.

Los resultados confirmaron un hecho que se intuía desde antes del inicio de la campaña: fueron unas de las elecciones más polarizadas de la democracia, puesto que los dos candidatos más votados acapararon el 91% de los sufragios, un dato solo superado en 1994, cuando la suma de Fernando Henrique Cardoso y Lula llegó al 95%.

En tercera posición este domingo, a gran distancia, se materializó una sorpresa: la senadora Simone Tebet (4,1%), abanderada de una coalición de centroderecha, adelantó al laborista Ciro Gomes (3,0%), quien se hundió después de haber recibido el 12,4% de los votos en 2018.

La abstención fue del 20,94%, ligeramente superior al dato de hace cuatro años (20,30%).

La jornada de votación transcurrió con tranquilidad en todo el país, y tan solo se registraron algunos incidentes aislados, incluyendo 366 detenciones relacionadas con 1.188 delitos electorales, según datos del Ministerio de Justicia.

La fuerza regional de Bolsonaro

Los brasileños también renovaron este domingo los gobiernos regionales y el Congreso Nacional, pero la composición de la Cámara de Diputados solo se conocerá el lunes.

A nivel regional, el bolsonarismo eligió gobernadores en tres estados importantes (Río de Janeiro, Brasilia y Paraná) y obtuvo un gran resultado en Sao Paulo, el estado más rico y poblado del país, con 46 millones de habitantes.

El resultado más sorprendente fue precisamente el de Sao Paulo, donde contra todo pronóstico, el exministro bolsonarista Tarcísio de Freitas quedó en primer lugar (42%), por delante de Fernando Haddad (35%), candidato apoyado por Lula, en una disputa que se resolverá también dentro de cuatro semanas. El resultado es todo un revés para el partido de Lula, porque Haddad lideraba los sondeos con holgura y porque demuestra la gran influencia de Bolsonaro en la región, puesto que el candidato a gobernador era poco conocido por el electorado y ni siquiera nació en esta región.

En Río de Janeiro, cuna política de Bolsonaro, resultó reelegido el gobernador Cláudio Castro, con el 58% de los votos, un resultado contundente, muy superior al que vaticinaban las encuestas, y que dobló los votos del candidato apoyado por Lula, Marcelo Freixo.

Romário es reelegido como senador por el partido de Bolsonaro

El exfutbolista Romário de Souza Farias, goleador y mejor jugador del Mundial de EE UU en 1994 con la selección brasileña, fue reelegido este domingo senador de la mano del partido del presidente Jair Bolsonaro. El exjugador obtuvo más de 2,3 millones de votos (alrededor del 29%) y representará al estado de Río de Janeiro en la Cámara alta los próximos ocho años.

Romário se postuló con el Partido Liberal (PL), la sigla de alquiler del líder de la ultraderecha brasileña. El exdelantero del Barcelona entró en la política en 2010, cuando fue elegido diputado por su natal estado de Río de Janeiro, y en 2014 dio otro paso en esa carrera y obtuvo un escaño en el Senado.

"Voy a continuar trabajando, todavía más de lo que lo hice en estos últimos 12 años, para mejorar la calidad de vida no solo de Brasil, sino también del pueblo de mi estado. Estoy muy feliz", afirmó Romário en declaraciones a periodistas.

Comentarios