Los últimos 100 días de Bush en la Casa Blanca

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El mandato del presidente de EEUU, George W. Bush, entra este domingo en sus últimos cien días, ensombrecidos por una altísima impopularidad y una de las crisis económicas más importantes de las últimas décadas.

Esta misma semana, el presidente reconocía que "parece que voy a tener mucho trabajo que hacer desde ahora y hasta que el nuevo mandatario asuma el cargo".

Desde que el pasado 15 de septiembre la quiebra del banco de inversión Lehman Brothers agudizó una crisis económica que ya se forjaba en el horizonte, Bush, que se había mantenido hasta entonces en un distante segundo plano político, ha multiplicado sus comparecencias públicas para tratar sobre la situación financiera.

Este sábado se reunió con los ministros de Economía del G7 -los siete países más desarrollados: Canadá, EEUU, Reino Unido, Italia, Alemania y Francia- y del G20, las principales economías avanzadas y en desarrollo.

Viajes con la popularidad por los suelos
Su renovada actividad no le ha hecho más popular: las encuestas le dan apenas un 24 por ciento de aceptación, un nivel equivalente al que tenía Richard Nixon al dimitir, en 1974, por el escándalo Watergate.

Su misión también comprende el poner en marcha el plan de rescate del sistema financiero, valorado en 700.000 millones de dólares, la piedra angular de sus medidas para atajar la situación.

Quizá, si se confirma la iniciativa propuesta por el presidente francés, Nicolas Sarkozy, deba participar en una cumbre extraordinaria del G8 sobre la crisis económica.

No sería el último viaje que le resta. El mes próximo tiene prevista una visita a Perú para participar en la cumbre anual del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), en la que será su última visita a América Latina.

Irak, Israel y Palestina
No debe descartarse tampoco una última "escapada" a Irak, el país que, más que ningún otro asunto, definirá su legado. A dos meses y medio de que expire el año -y con él, el mandato de la ONU que legaliza la presencia de las tropas estadounidenses en Irak-, Bush aún no ha logrado resolver aún las negociaciones con el Gobierno en Bagdad sobre el futuro de esa fuerza, en la actualidad de 140.000 efectivos.

También están pendientes las conversaciones de paz en Oriente Medio, donde el año pasado se comprometió a lograr un acuerdo para antes del final de su mandato Las perspectivas para ello son más que complicadas, en especial desde que el primer ministro israelí, Ehud Olmert, dimitiera en un escándalo de corrupción.

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