El Gobierno británico pierde datos personales de tres millones de ciudadanos

La ministra británica de transportes, Ruth Kelly. (Foto: Wikimedia Commons)
photo_camera La ministra británica de transportes, Ruth Kelly. (Foto: Wikimedia Commons)

El Goberno británico se enfrenta a un nuevo episodio de información confidencial extraviada. Después de reconocer la pérdida de los datos bancarios y de la seguridad social de casi la mitad de la población el pasado mes de noviembre, esta vez son tres millones de personas que trataban de sacar el permiso de conducir los que no tienen ni idea de donde pueden estar sus datos personales.

La ministra británica de Transportes, Ruth Kelly, reconoció ante el Parlamento que el pasado mes de mayo perdieron en Estados Unidos la información personal de más de tres millones de aspirantes a conductores.

Según Kelly, entre la información desaparecida figuran las direcciones y los números de teléfono de los afectados, pero no los números de sus cuentas bancarias ni los de las tarjetas de crédito, aseguró la ministra, como queriendo tranquilizar a los ciudadanos.

Una pérdida ''no sustancial''
Los datos estaban contenidos en un disco duro propiedad de una empresa contratista privada, Pearson Driving Assessments Limited, que trabaja para una agencia pública que vela por los estándares de la conducción en el Reino Unido.

El incidente fue puesto en conocimiento del Comisario para la Información, Richard Thomas, quien indicó a Kelly que, como el riesgo de esta pérdida "no era sustancial", no sería preciso comunicárselo individualmente a cada uno de los afectados, que se examinaron del teórico entre septiembre de 2004 y abril de 2007.

Con todo, la ministra optó por pedir disculpas ante la Cámara parlamentaria "por cualquier incertidume o preocupación que estas personas puedan sufrir".

Con precedentes
Lo cierto es que, más allá de la importancia de la propia pérdida, el caso adquiere mayor relevancia por sumarse a una serie de extravíos de datos confidenciales por parte de organismos del Gobierno británico.

La más importante fue la pérdida por parte de Hacienda de dos discos informáticos con información de 25 millones de ciudadanos acogidos a subsidios familiares, que incluían desde números de la seguridad social hasta datos bancarios.

Este caso aún no ha sido esclarecido y la versión oficial del Gobierno es no tener ni idea de a donde fueron a parar los nombres, fechas de nacimiento, direcciones y números de cuenta de estos ciudadanos británicos. El ministro de Economía, Alistair Darling, dijo hoy en el Parlamento que no hay pruebas de un posible fraude y que es pronto para sacar  conclusiones. Con la investigación en marcha, el informe completo no estará listo hasta principios de 2008 como mínimo.

Comentarios