La violencia étnica arroja de sus hogares a 275.000 personas

La guerra interétnica entre kirguís y uzbekos ha causado en apenas cinco días el desplazamiento forzado de 200.000 personas dentro de Kirguizistán y la huida de 75.000 a la vecina Uzbekistán, afirmó un portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR). ''Tememos que a menos que la paz y el orden regresen, mucha más gente podría ser rápidamente desplazada y dirigirse a las zonas rurales del país o intentar cruzar a Uzbekistán'', declaró Andrej Mahecic en una rueda de prensa.

Por su parte, la Oficina de la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos cuenta con indicios de que la violencia que se ha apoderado del sur de Kirguizistán ''no es el resultado de choques étnicos espontáneos'', sino que ha sido ''bien planificada y dirigida''.

Su portavoz, Rupert Colville, afirmó que esta situación difiere de otras crisis de violencia y es ''extremadamente peligrosa'' debido al ''mosaico étnico'' que predomina en la región. ''Estamos ante una mezcla étnica altamente compleja, con 80 grupos étnicos diferentes sólo en Osh'', la región donde se registraron los primeros ataques y enfrentamientos entre kirguís y uzbekos.

Colville dijo que el representante del Alto Comisionado en Kirguizistán ha recogido informaciones y testimonios procedentes de diferentes zonas envueltas en la violencia que indican que ''los incidentes comenzaron con cinco ataques simultáneos en Osh'' por parte de grupos de hombres armados. ''Es como si hubiesen buscado provocar reacción'', recalcó.

Violaciones y órdenes de matar
Sobre las acusaciones del Gobierno kirguís de transición contra el derrocado presidente Kourmanbek Bakiev (exiliado en Bielorrusia) por ser el supuesto instigador de los actos de violencia para regresar al poder, el portavoz respondió que ''no estamos en posición de hacer ninguna acusación directa contra individuos o grupos''.

Aunque Colville reconoció que ''es muy duro confirmar cualquier cosa en estas circunstancias'', reveló que su institución cuenta igualmente con información ''de una variedad de fuentes en el terreno'' sobre mujeres kirguís y uzbekas violadas. Sin embargo, pidió mucha ''precaución'' porque ''las denuncias y rumores de violaciones también podrían ser utilizados para enardecer la situación''.

En tanto, un grupo de relatores de la ONU sobre derechos humanos denunció la orden de tirar a matar dada por el Gobierno kirguí a sus fuerzas de seguridad. ''Esto va claramente contra las normas legales sobre el uso de la fuerza por parte de las fuerzas de seguridad y pone en peligro a personas inocentes'', señalaron los relatores sobre Minorías, Gay McDougall; sobre Ejecuciones Extrajudiciales, Philip Alston; y sobre Racismo, Githu Muigai.

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