La UE espera que Turquía acepte la repatriación de inmigrantes irregulares

El objetivo encaja con el último enfoque adoptado para atajar la crisis migratoria. El presidente del Consejo Europeo insta a las personas sin derecho a asilo a que no emprendan el viaje
El primer ministro turco, Ahmet Davutoglu (d), junto al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk (i), al inicio de su reunión del jueves en Ankara
photo_camera El primer ministro turco, Ahmet Davutoglu (d), junto al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk (i), al inicio de su reunión del jueves en Ankara

Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) se reunirán este lunes con el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, con la esperanza de arrancarle un compromiso oficial de repatriación sistemática de inmigrantes que no sean sirios y que no tengan derecho a recibir asilo.

El objetivo encaja con el último enfoque adoptado por la UE para atajar la crisis migratoria -convencer a las personas sin derecho a asilo de que no emprendan el viaje-, y viene a completar los compromisos que ya asumieron Ankara y Bruselas el año pasado para reducir las llegadas irregulares a cambio de 3.000 millones de euros, que en su gran mayoría no han llegado a materializarse.

"Apelo a todos los inmigrantes económicos, de donde quiera que procedan, a que no vengan a Europa, que no crean a los traficantes y que no pongan en peligro sus vidas y su dinero", recalcó esta semana desde Atenas el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, en unas declaraciones que sorprendieron por su rotundidad.

En su carta de invitación al encuentro del lunes, Tusk explicó a los líderes comunitarios que la intención es reducir el flujo de inmigración irregular que llega a Grecia desde Turquía a través de un sistema "rápido y a gran escala".

"La voluntad política está ahí, pero plantea problemas logísticos", reconoció sin entrar en detalles, al tiempo que apeló a apoyar a Grecia.

Tusk aseguró que Davutoglu, con el que se reunió esta semana en su visita a los países más afectados por la entrada irregular de personas a Europa a través de la ruta de los Balcanes occidentales, ha confirmado que Turquía está dispuesta a aceptar la devolución de todos los inmigrantes interceptados en aguas turcas.

El flujo de los Balcanes alcanzó las 880.000 llegadas en 2015 y 128.000 entre enero y febrero de este año.

Lo que quieren los Veintiocho es un compromiso de repatriación de Ankara que excluye en principio solo a los sirios (y no a eritreos o afganos), en la línea del acuerdo bilateral que ya mantiene con Grecia, apuntaron fuentes diplomáticas.

Turquía ya está dando pasos y esta semana aceptó la devolución desde Grecia de 308 personas, en su mayoría marroquíes, argelinos y tunecinos.

Ankara también ha mostrado su apoyo al despliegue de la misión de la OTAN en el mar Egeo en apoyo de la agencia de fronteras exteriores de Frontex.

Las fuentes no precisaron cómo se realizarían las repatriaciones, pero reconocen que la medida envía un mensaje claro tanto a los inmigrantes como las mafias de que a partir de ahora la puerta está cerrada.

Los incipientes esfuerzos turcos han venido acompañados de gestos europeos.

La Comisión Europea anunció el viernes la puesta en marcha de dos proyectos, dotados con 95 millones de euros, para potenciar la educación y permitir la alimentación de los más de dos millones de refugiados que acoge Turquía.

Además publicó un informe en el que atestigua los avances turcos en el cumplimiento de los requisitos necesarios para liberalizar visados con la UE.

Tras el almuerzo de trabajo con Davutoglu, los Veintiocho mantendrán este lunes un encuentro informal en el que intentarán acordar un plan europeo para resolver la crisis en la ruta de los Balcanes occidentales tras las tensiones surgidas a causa de las medidas unilaterales adoptadas por países como Austria.

"Necesitamos regresar a Schengen", recalca Tusk en la misiva de invitación, en la que pide de nuevo a los socios comunitarios que apliquen las reglas y acaben con la política del "dejar pasar" a refugiados e inmigrantes hacia otros Estados miembros.

Este llamamiento implica exigir a Grecia que acepte contener en su territorio a todos los recién llegados hasta que se decida si son repatriados porque no cumplen los requisitos para recibir protección internacional o se inicia su proceso de asilo, quizá en otro Estado miembro.

En la última reunión de ministros europeos de Interior, Grecia dejó claro que no está dispuesta a convertirse en el "vertedero" de refugiados por mucha financiación que le llegue de la UE.

En las últimas reuniones técnicas, el representante griego no se ha mostrado en contra del planteamiento comunitario.

Fuentes diplomáticas no pudieron confirmar que esto tenga alguna relación con que Atenas espere algún tipo de relajación en las medidas de ajuste económico exigidas desde Bruselas a cambio de contener en su territorio a inmigrantes y demandantes de asilo hasta que se decida qué hacer con ellos.

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