La riada de lodos rojos llega a un afluente del Danubio

El que podría ser un de los mayores desastres ecológicos de la historia de Europa continúa su propagación en Hungría. La riada de lodos contaminantes provocada por una fuga este martes ha llegado hasta el río Mosoni Duna, un afluente del Danubio, el segundo río más largo de todo el continente tras el Volga.

De momento, la fuga tóxica ya ha inundado 40 kilómetros cuadrados en el suroeste de Hungría y ha provocado la muerte de cuatro personas, entre ellas una niña de 14 meses, y heridas en otras 120.

La portavoz de Oficina de Catástrofes, Gyorgyi Tuttos, explicó que sobre las 07.27 horas de este jueves la ola de 'barro rojo' alcanzó este afluente, a unos 20 kilómetros del Danubio, aunque aseguró que el PH del agua ha bajado hasta 9,2, después de que este miércoles hubiera alcanzado un valor de 13, incompatible con la vida.

La catástrofe se originó por un error humano en una empresa de aluminios, similar a la planta que en San Ciprián (Lugo) tiene Alcoa. Desde esta empresa ya han asegurado que es "imposible" que en Galicia suceda una riada de lodos rojos como la de Hungría, al estar el barro solidificado por lo que no puede fluir.

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