La presidencia de Mugabe, a examen en la Unión Africana

Robert Mugabe en la reunión de la Unión Africana (EFE)
photo_camera Robert Mugabe en la reunión de la Unión Africana (EFE)

Tan sólo un día después de ser investido presidente de Zimbabue, Robert Mugabe se enfrenta a las críticas de la Unión Africana (UA) y a las presiones para iniciar un diálogo con la oposición con el objetivo de formar gobierno.

Los líderes africanos y Naciones Unidas temen que la situación en Zimbabue tras la polémica victoria de Mugabe en una segunda vuelta sin rival, derive en violentos enfrentamientos entre los partidarios de Mugabe y de la oposición, igual que ocurrió en Kenia después de las elecciones del pasado mes de diciembre.

Precisamente desde el Ejecutivo keniata se han escuchado las críticas más duras hacia el recién investido presidente de Zimbabue. El primer ministro, Raila Odinga, declaraba en Nairobi que "la Unión Africana no debería aceptar a Mugabe" y este "debería quedar suspendido" hasta que permita unas "elecciones libres y justas entre él y sus oponentes" y llegaba incluso a pedir el envío de tropas al país.

Otros, como el presidente de Gabón, Omar Bongo, reconocen ya a Mugabe como jefe del Ejecutivo de Zimbabue alegando que "ha sido elegido, ha sido investido, y está aquí con nosotros, así que es el presidente".

Partidarios de la negociación
Sin embargo, el discurso ambiguo respecto a Mugabe es la tónica general en la cumbre africana. En su discurso inagural en la ciudad egipcia de Sharm el Sheij, el presidente de la UA, Jean Ping, evitó cualquier referencia explícita a las elecciones o al presidente de Zimbabue, e instó a los dirigentes africanos a "asumir entre todos responsabilidades sobre la crisis política en Zimbabue" y buscar una solución duradera al conflicto.

La propuesta sigue siendo por ahora conseguir formar un gobierno de transición entre el partido de Mugabe, el ZANU-PF, y el Movimiento para el Cambio Democrático (MDC), liderado por Morgan Tsvangirai, que se retiró de la carrera presidencial tras denunciar la violenta persecución a la que eran sometidos sus partidarios.

La iniciativa parte de Sudáfrica, país que ha sido designado mediador en la crisis y al que desde el MDC acusan de estar demasiado cerca de Mugabe y su régimen a la hora de abordar el conflicto.

Y de que se repitan las elecciones
Por su parte, Mugabe ha insistido antes y después de investirse como presidente, en que está dispuesto a negociar con Tsvangirai, aunque su intención fue hacerlo desde la posición de ventaja que le da el sillón presidencial. Por este motivo no cesó en su empeño de seguir adelante con las elecciones en medio de las críticas internacionales.

Una vez celebrada la votación, en la que según resultados oficiales Mugabe obtuvo más del 80% de los votos, los propios observadores de la UA señalaron en un comunicado que la segunda vuelta quedó "lejos de los estándares de la organización".

Una condena a la que se han sumado los observadores del SADC, la Unión Europea y los Estados Unidos, además del Parlamento Panafricano, que pide que se vuelvan a celebrar las elecciones ya que la votación y el escrutino del viernes no fue "libre ni justo".

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