La oposición de Kenia desconvocó las protestas previstas para mañana como gesto de buena voluntad y a petición del ex secretario general de la ONU Kofi Annan, líder del equipo de mediadores encargados de acercar posturas entre la oposición y el gobierno del país.
William Ruto, número tres del opositor Movimiento Democrático Naranja (ODM), declaró que su partido había aceptado desmovilizar las manifestaciones "para no enturbiar las negociaciones, que se anuncian delicadas", y como "un primer compromiso" por parte del partido.
Annan se reunió hoy con líder del ODM, Raila Odinga, junto a toda la cúpula del partido. Quedan pendientes las conversaciones con el presidente del país, Mwai Kibaki, que no pudo recibir hoy al ex secretario de la ONU debido a la extensa reunión que mantuvo con su homólogo de Uganda.
Las movilizaciones quedan en suspenso mientras la mediación internacional intenta de nuevo dar una salida a la crisis política que atraviesa el país desde el anuncio de los resultados de las elecciones del pasado 27 de diciembre, donde salió reelegido Kibaki entre acusaciones de fraude.
Último enfrentamiento con la policía
El último enfrentamiento en las calles se producía hoy en la barriada de Kibera, donde Odinga y toda la cúpula del ODM participaban en una plegaria por las víctimas de las manifestaciones.
Más de 3.000 seguidores del partido opositor acudieron al centro deportivo Ndogo para dar un último adiós a los 28 fallecidos, mientras fuera del recinto, jóvenes afines al ODM cortaban el tráfico y lanzaban piedras contra los coches de algunos miembros de la etnia kikuyu -a la que pertenece el presidente Kibaki- provocando la llegada de la policía minutos después.
A pesar de que algunos diputados del ODM intentaron calmar los ánimos de los furiosos manifestantes, que acusan a la policía de haber matado a más de 600 personas, las fuerzas de seguridad optaron por cargar contra la muchedumbre lanzando numerosas granadas lacrimógenas incluso dentro del recinto deportivo.
No hay constancia de que se hayan producido heridos pero la trifulca envenenó los ánimos entre los partidarios de la oposición. Para Michael, joven de la etnia luo -a la que también pertenece el líder del ODM-, "no habrá paz hasta que Odinga sea presidente".
"Así nos trata el gobierno", clamaba James durante la protesta. "Lo que queremos y necesitamos son armas", agregó.
