La franqueza de Mujica y sus quebraderos de cabeza diplomáticos

La etiqueta de presidente "humilde" no es la única del uruguayo José Mujica: también es el gobernante de los "chascarrillos" y de la franqueza al hablar, lo que le ha ocasionado más de un roce diplomático, el último con México. Esa forma de expresarse, que él atribuye a los años que pasó en la cárcel por sus acciones con la guerrilla, ha creado comprometidas y a veces pintorescas situaciones con países como Argentina, Israel y México.

El Gobierno mexicano, encabezado por Enrique Peña Nieto, anunció este domingo su "rechazo categórico" a unas declaraciones que el veterano mandatario había hecho sobre México a la publicación Foreign Affairs Latinoamérica y Mujica debió retractarse. "A uno le da una sensación, visto a la distancia, de que se trata de una especie de Estado fallido, que los poderes públicos están perdidos totalmente de control, están carcomidos", dijo Mujica sobre la situación creada en México por la desaparición de 43 estudiantes.

Para Mujica, ese caso ha sido posible "por una gigantesca corrupción", la cual le da "la impresión", vista a la distancia, de ser "una tácita costumbre social". Ante estas afirmaciones, la Cancillería mexicana citó al embajador uruguayo en México, Jorge Alberto Delgado, y posteriormente Mujica hizo una aclaración pública.

A través de un comunicado hecho público al filo de la madrugada del lunes, el presidente uruguayo mostró su solidaridad "con México, su sistema político y su gobierno" y manifestó su confianza "en el capital político que reside en sus partidos y sus instituciones democráticas, en sus antiguos cimientos históricos, para enfrentar los desafíos actuales".

En un acto celebrado en Santiago de Chile, donde coincidieron hoy los cancilleres de Uruguay, Luis Almagro, y México, José Antonio Meade, este último dio por solucionado el conflicto.

Pero ésta no es la única situación incómoda que el mandatario uruguayo ha tenido que solventar por sus quizá demasiado sinceras palabras.

En abril de 2013, en un aparte durante una entrevista radiofónica cuando él creía que no era escuchado, lanzó una inoportuna frase que causó un alboroto político, social y mediático en todo el mundo. "Esta vieja es peor que el tuerto. El tuerto era más político. Esta es terca", dijo Mujica refiriéndose a la gobernante argentina Cristina Fernández y a su antecesor en el cargo y esposo, Néstor Kirchner (1950-2010). Unos días después, Mujica pidió "sentidas disculpas a quienes" pudo "lastimar" por esos dichos.

"Sí, soy medio terca, y además estoy vieja. Pero después de todo es una suerte poder llegar a viejo, ¿no? Sobre todo si tu vida sirvió para hacer cosas que tu Patria necesitaba. Tranqui. Está todo bien", escribió Fernández en su cuenta en la red social Twitter.

Para excusarse, Mujica apela a su pasado como militante del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros (MLNT), una guerrilla urbana surgida en los años 60, cuya actividad armada se desarrolló especialmente entre fines de esa década y los comienzos de la siguiente, antes del golpe de Estado de 1973 que instaló una dictadura militar en el país. Mujica fue perseguido, encarcelado y torturado durante los años de la dictadura (1973-1985).

"No podemos evitar que nuestro hablar corriente e íntimo es por momento áspero, diría prontamente canero (de la cárcel)" porque "durante muchos años pasamos por gamuzas y cuarteles" y "había que comunicarse adoptando las formas en esa lucha por sobrevivir", argumentó Mujica en sus disculpas a Fernández.

También las relaciones de Uruguay con Israel se tensaron en julio de 2014 porque el presidente uruguayo calificó de "genocidio" la ofensiva del Estado israelí en la Franja de Gaza.

El cónsul de Israel en Montevideo, Ron Gerstenfeld, le acusó de demostrar "ignorancia" y generar "antisemitismo", y él respondió que nadie le puede acusar de eso cuando en su Gobierno tiene tres ministros judíos. La situación no fue a más y el conflicto se dio por superado.

No obstante, la verborrea no solo le ha ocasionado desencuentros a Mujica, sino también una gran popularidad, con frases como "a los que les gusta mucho la plata hay que correrlos de la política" o "Yo no soy pobre, pobres son los que creen que yo soy pobre. Tengo pocas cosas, es cierto, las mínimas, pero solo para poder ser rico".

Mujica entregará el poder el 1 de marzo al ganador de las elecciones del domingo 30 de noviembre, quien, según todas las encuestas será Tabaré Vázquez, como él miembro de la coalición Frente Amplio y a quien precisamente él sucedió en la Presidencia en a 2010.

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