"Gorkha es un hormiguero en llamas donde se buscan soluciones y planes"

El lucense que colabora tras el seísmo relata que muchos jóvenes han llegado desde todos los puntos del país para prestar ayuda y se organizan sobre la marcha con rapidez y eficacia. Medio centenar de militares de la Ume se unen al grupo de guardias civiles para participar en el operativo de búsqueda

Ayer, mientras tomaba el viernes un té en una pequeña casa familiar en el Bazar, donde suelo ir una vez al día a visitar a la madre e hija que llevan la pequeña tasca de té, tuve la suerte de conocer a Amir y a Sundar, dos chavales jóvenes, ambos guías de montaña.  El mejor lugar para cogerle el pulso a un pueblo son sus tascas, sus calles, las conversaciones en las esquinas, antes que las noticias de la prensa o los grandes libros.

Mucho impacto

Tienen una pequeña organización humanitaria, “Hamro Pahunch”. Me ayudan a encontrar el único Western Union abierto, es viernes y está todo cerrado. Amir y Sundar tienen una ilusión contagiosa. Les brillan los ojos, a veces con lágrimas. Repiten a menudo: aunque hagamos cosas pequeñas necesitamos mucho impacto. Su ánimo vale más que cualquier otra cosa. Y conocen la región bien. Por la tarde nos sorprendió una tormenta fuerte, ya no pude encontrar a Anil. Gorkha es un hormiguero en llamas. Se hacen asociaciones rápidas, en las mesas de té, en la calle, se buscan soluciones, se dibujan planes en servilletas de papel. Muchos de estos jóvenes han llegado desde todos los puntos del país para ayudar, organizados sobre la marcha. Esta es la forma de organización más efectiva y más rápida, la que supone el primer salvamento, la que pretende detener la hemorragia.  Ya vendrán otros después a operar.

Esto, sin embargo, no es legal. La comida, donada por la comunidad Nepalí, se deposita en el CDC, custodiada por los militares. Cuando le digo al CDO, Rabindra Mishra, el hombre de las firmas y quien toma las decisiones, que falta comida en las aldeas, me dice que no, que comida hay y de sobra, y señala a todos los sacos que están apilados, esperando. Gorkha está dividida en 60 pequeños departamentos (UDC Unity District Committee). Se espera que cada representante de cada UDC venga hasta aquí y recoja la comida que les haga falta. ¿Venir de dónde? ¿Desde el Himalaya? ¿Llevar la comida cómo, a cuestas? ¿Con qué tecnología se les ha avisado? El Comité de Emergencia rehuye cualquier reunión, creado en 2009, no contesta más que a un mensaje, para preguntar de cuánto dinero disponemos. Hacen silencio ante cualquier otra forma de ayuda o cooperación. Sí, he visto los sacos de comida almacenados. Esperando. Cómo los veía en Etiopía. Esperando. En aquel caso se esperaba hasta reventar los precios de mercado para que la exportación de Teef destinada a las galletas integrales de moda resultase rentable a los que manejan el Negocio del Hambre.

«Nuestro objetivo ahora es Gaku, una aldea de 50 casas y 200 personas que quedó arrasada y de difícil acceso»

No, esto no es un hormiguero. Las hormigas se cuentan la verdad las unas a las otras. No pueden evitarlo, tienen ese vicio, cooperan entre ellas. Aquí hay comida, allí hay peligro. Pobres, tan primitivas. Afrontamos una catástrofe con un problema de base, se sesga la información, se oculta y se disfrazan los hechos. ¿Tan inteligentes son las hormigas? ¿Tan idiotas nos hemos vuelto con el paso de los años? ¿Qué tiene que suceder para que el ser humano despierte de este sueño?

La muerte de una mujer en Pipaltar, enferma y mermada por la dureza de esta semana, nos golpeó esta mañana. No hay tiempo para duelos, llega la tarde, tan lejos ya la mañana, y estamos revitalizados. Nuestro grupo aumenta. Hemos conocido a Suedip, que por su parte ha ido juntando a más gente. Ya tenemos una pequeña base de datos con las aldeas más necesitadas, así podemos priorizar y dividirnos el trabajo. Nuestro objetivo ahora es Gakhu, una aldea Gurung que quedó arrasada, cincuenta casas y unas doscientas personas. El acceso no es fácil, está en lo alto de la montaña. Hemos alquilado un 4x4 para llegar lo más cerca posible. Estamos ansiosos por ir. Saldremos en cuánto estén terminados los cobertizos que hemos encargado. La protección contra el frío y la lluvia es tan importante ahora como la comida.

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