Giorgio Napolitano jura su nuevo mandato cargando contra la clase política del país

Giorgio Napolitano, reelegido como presidente de Italia para un segundo mandato, juró hoy el cargo ante el Parlamento e instó a los partidos a asumir sus responsabilidades para sacar al país del bloqueo político en el que se encuentra, advirtiéndoles de que, si no lo hacen, habrá consecuencias.

Recibido en la Cámara de los Diputados, donde se celebró la ceremonia, con los aplausos de la mayoría de los presentes, Napolitano se emocionó en varias ocasiones durante su discurso por la renovada confianza recibida, aunque no dudó en dirigirse a los partidos en tono duro y criticar la actitud de inmovilismo que han mostrado hasta ahora.

Lamentó que se hayan registrado "demasiadas omisiones, daños e irresponsabilidades" que han impedido dar soluciones "satisfactorias" a la necesidad de renovación y de reformas institucionales del país y llamó a poner fin a "conveniencias, tácticas e instrumentalizaciones".

Así, Napolitano repasó algunas de las reformas que han quedado inconclusas por la ausencia de consenso y destacó, en especial, la falta de cambios en la ley electoral que, en su opinión, arrojó, tras los comicios generales del 24 y el 25 de febrero, "un resultado de difícil gobernabilidad que suscitó la frustración de los ciudadanos".

Denunció que todos sus esfuerzos para que se lograran resultados fueron "en vano por la insensibilidad de las fuerzas políticas", que, pese a todo, han acabado pidiéndole que asuma "una ulterior carga de responsabilidad para sacar a las instituciones de este punto muerto fatal".

Una responsabilidad que, señaló, asumirá "hasta que sea necesario" y hasta que sus fuerzas se lo permitan, pues en dos meses cumplirá 88 años, aunque advirtió de que, si vuelve a encontrarse frente a esa "insensibilidad" demostrada por las fuerzas políticas hasta ahora, no dudará "en exponer las consecuencias ante el país".

Fue tajante al recordar que ninguno de los partidos obtuvo la mayoría necesaria en los comicios de febrero para gobernar en solitario y les exhortó a alcanzar acuerdos que permitan "el nacimiento y la supervivencia de un Gobierno".

Recordó que en Europa es habitual que haya gobiernos formados o apoyados por más de un partido, "ya sean afines entre ellos o distantes".

"El hecho de que en Italia se haya difundido una especie de horror ante cualquier hipótesis de acuerdo, alianza o mediación entre fuerzas políticas es señal de una gran regresión", aseveró.

Napolitano aludió así a la incapacidad evidenciada en los últimos dos meses por las fuerzas parlamentarias italianas de alcanzar un acuerdo para permitir la formación del nuevo Ejecutivo, marcada por los diferentes vetos y confrontaciones entre los partidos.

También se refirió a las críticas vertidas por algunos grupos, entre ellos el Movimiento 5 Estrellas del cómico Beppe Grillo, que calificó su reelección de "golpe de Estado", y subrayó que su designación, que llegó tras la sexta ronda de votaciones en el Parlamento, es "totalmente legítima", pues no la descarta la Constitución, pese a ser la primera vez que se produce.

Tras este duro discurso, está previsto que mañana se abra una nueva y rápida ronda de consultas para permitir la formación del nuevo Gobierno, con la esperanza de que éstas den un resultado concreto, a diferencia de las dos precedentes realizadas en marzo y en las que los partidos se mostraron inamovibles.

El escenario político se ha visto modificado de forma sustancial en los últimos días con la dimisión de Pier Luigi Bersani como secretario general del Partido Demócrata (PD), uno de los más férreos opositores a un Gobierno de coalición, y los analistas prevén que será posible formar el nuevo Ejecutivo antes de que concluya esta semana.

Pese a que son muchos los interrogantes que siguen abiertos, en las últimas horas se ha barajado el nombre del socialista Giuliano Amato para asumir el cargo de primer ministro, que ya ocupó en dos ocasiones durante unos meses entre 1992 y 1993, así como entre 2000 y 2001, aunque no se descarta la posibilidad de un Ejecutivo encabezado por Enrico Letta, miembro del PD.

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