Europa advierte que los objetivos del proceso de paz ''no son fáciles''

La jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, advirtió de que los objetivos que se pretenden lograr en el proceso de paz para Siria que arrancó hoy en Suiza "no son fáciles", por lo que los avances serán lentos.

"Todo progreso, aunque sea pequeño, será bien recibido, incluso si no son suficientes", indicó Ashton.

Para Ashton, la prioridad de estas conversaciones debe ser "aliviar el sufrimiento" de la población siria y allanar el camino hacia una transición política en el país, tal y como se establece en el "Comunicado de Ginebra", un documento acordado en junio de 2012 que es la base para estas negociaciones.

"Todos nosotros, aquí presentes, somos responsables del futuro de Siria en el apoyo a este proceso", indicó.

Sobre el compromiso de la comunidad internacional en el fin del conflicto, Ashton alabó el "tremendo esfuerzo" de los países vecinos que están acogiendo refugiados, cuya cifra supera los 2,3 millones de personas, de los que la mitad son menores.

Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores de Francia, Laurent Fabius, también apuntó las dificultades del proceso y subrayó el compromiso de su país con sus objetivos y su apoyo a la Coalición Nacional Siria (CNFROS), la principal alianza opositora legitimada por la comunidad internacional y que participa en estas negociaciones.

Fabius también señaló la "responsabilidad del régimen" en el ataque químico, ejecuciones masivas, hambrunas organizadas y "otras monstruosidades".

El responsable francés reclamó un alto al fuego inmediato y la apertura de corredores para la entrada de ayuda humanitaria a aquellos que lo necesitan, que según la ONU, sobrepasan los 9 millones de personas.

Su homólogo británico, William Hague, se refirió al "coste humano" de esta guerra, que se ha cobrado la vida de al menos 110.000 civiles y ha causado 2,3 millones de refugiados.

"Podemos estar seguros de que si este proceso de paz fracasa, más miles de sirios inocentes pagarán un alto precio", afirmó.

Según el ministro británico, el Gobierno sirio soporta una "responsabilidad particular" sobre la crisis y debe hacer "todo lo posible para ponerle fin", por lo que apeló a su compromiso para alcanzar un arreglo político e impulsar un alto el fuego sobre el terreno mientras se negocia en Suiza.

Frente a los argumentos de la delegación siria, Hague recordó que el conflicto en siria "no comenzó como una lucha contra el terrorismo, sino con gente común que reclamaba mayor libertad política y económica y que se toparon con la fuerza bruta y la opresión".

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