Numerosas tiendas y restaurantes de Donetsk, en el este de Ucrania, han cerrado en medio de la escalada de tensión en esa ciudad de casi un millón de habitantes, convertida en su bastión por los milicianos separatistas prorrusos que combaten con las fuerzas ucranianas.
Medios locales han recogido los testimonios de decenas de ciudadanos que lamentan el cierre de la mayoría de los concesionarios de coches, joyerías y tiendas de ropa en la capital de la región homónima, escenario de una sublevación prorrusa desde hace tres meses.
También han cerrado, según esos testigos, algunos supermercados y restaurantes, entre ellos tres establecimientos de comida rápida de una franquicia estadounidense.
Tras la rendición de la ciudad de Slaviansk y sus alrededores a las fuerzas de Kiev, cientos de milicianos se trasladaron a Donetsk con intención de resistir allí el empuje del Ejército ucraniano. El ejecutivo ha anunciado que bloqueará toda la ciudad "para obligar a los separatistas a deponer las armas" y evitar que puedan recibir armas y refuerzos desde el exterior.
Al norte de la gran urbe, las tropas ucranianas refuerzan sus posiciones en las ciudades dejadas este fin de semana por los sublevados, mientras que al sur, una gran columna de tanques y blindados de infantería permanece a la espera de recibir órdenes para pasar a la acción.
Los combates entre los dos bandos enfrentados han vuelto al aeropuerto de Donetsk, donde un centenar de milicianos prorrusos ya perdieron la vida tras ser bombardeados a mediados del pasado mes de mayo por la aviación ucraniana.
Tras casi tres meses de guerra en el este de Ucrania, la cifra de víctimas inocentes se acerca ya a medio millar de personas, según datos ofrecidos hoy por el Ministerio de Sanidad ucraniano. ''Han muerto 478 personas, entre ellos 30 mujeres y siete niños. Se trata de población civil", dijo en rueda de prensa el viceministro de Sanidad ucraniano, Vasili Lazorishinets.
