Empate a votos entre la Unión Cristianodemócrata (UCD), de la canciller Angela Merkel, y los socialdemócratas del SPD. Es el resultado de las elecciones regionales celebradas en Hesse, el cuarto Estado federado más rico de Alemania.
Con el 100% de los sufragios escrutados, el partido del primer ministro saliente, Roland Koch, ha logrado una victoria por los pelos, con una diferencia de 0,1 puntos sobre el Partido Socialdemócrata. La CDU obtuvo el 36,8% de los votos, seguida del SPD, con el 36,7%, los liberales del FPD, con el 9,4%, los Verdes, con el 7,5%, y el Partido de la Izquierda, con el 5,1%.
Con estos resultados, la CDU ha reclamado este lunes el derecho a formar gobierno en Hesse. "La CDU tiene el encargo de formar gobierno. Hay una tradición según la cual el partido más fuerte tiene ese encargo y eso es algo que los socialdemócratas aceptarán a lo largo del día", dijo el secretario general de la CDU, Ronald Pofalla, en declaraciones a la Segunda Televisión Alemana, ZDF.
También el primer ministro de Hesse, el cristianodemócrata Roland Koch, dijo que consideraba que tenía el encargo de formar gobierno aunque aceptó que todo depende de si el SPD opta por usar la posibilidad de formar una coalición de izquierdas con Los Verdes y el Partido de la Izquierda.
Pese a que la CDU fue el partido más votado, Koch experimentó un retroceso de casi trece puntos respecto de los resultados de 2003, en los que logró la mayoría absoluta, y le resultará imposible mantenerse en el poder, formando, como pretendía, coalición con el FPD.
En busca del pacto
La candidata socialdemócrata, Andrea Ypsilanti, tampoco podrá formar Gobierno con la ayuda de sus aliados naturales, los Verdes, por lo que ahora se abre un largo proceso de consultas. Dado que el FPD anunció que no pactará con el SPD y los Verdes, y que Ypsilanti rechaza una coalición con el Partido de la Izquierda, la aritmética sólo permite una gran coalición entre la CDU y el SPD.
Según los analistas de la cadena pública ZDF, en el supuesto de que estos dos grandes partidos se resistan a aplicar en Hesse el modelo seguido a nivel federal, la única alternativa posible es la convocatoria de nuevas elecciones.
Estos comicios, planteados como una primera ronda de las elecciones federales previstas para el próximo año, tendrán un efecto inmediato en la gran coalición de conservadores y progresistas que gobierna el país.
La caída en picado del CDU en Hesse, que ha perdido más de 12 puntos respecto a la mayoría absoluta lograda en 2003, podría suponer un giro a la izquierda en el Ejecutivo de Merkel, como había advertido la propia canciller al reclamar el voto para su compañero de partido Roland Koch.
La xenofobia, marca de campaña
Koch, de 49 años, ha realizado de nuevo una campaña de tintes xenófobos y sacando a relucir el riesgo de que los comunistas lleguen al gobierno en Hesse.
Otras dos campañas del cristianodemócrata han sido interpretadas también como xenófobas: una en 1999 cuando basó su lucha electoral en la lucha contra la doble nacionalidad y otra ahora cuando tomó como tema la criminalidad entre jóvenes extranjeros, y eso es algo que ha aumentado la distancia ante Al-Wazir, de padre yemenita.
En algunos encuentros, Al-Wazir se ha negado a darle la mano a Koch y algunos analistas dicen que el líder verde ha interpretado sus mensajes casi como ataques personales.
Por su parte, su rival, la candidata socialdemócrata Andrea Ypsilanti, de 50 años, del ala izquierda de su partido, ha recogido firmas en favor del salario mínimo y un programa que defiende las energías alternativas y la justicia social.
Victoria conservadora en Baja Sajonia
La situación en Baja Sajonia, según los resultados oficiales, es más clara, pues la CDU, con el 42,5%, y el FPD, con el 8,2%, tienen asegurada la continuidad de la coalición de gobierno que lideró estos últimos cinco años Christian Wulff.
El segundo partido más votado en este land fue el SPD, con el 30,3% del escrutinio, seguido del FPD, los Verdes, con el 8%, y el Partido de la Izquierda, con el 7,1%.
Al margen de la progresión del SPD en Hesse y la debacle electoral de la CDU en ese estado, la sensación de estas elecciones fue la entrada del Partido de la Izquierda en el parlamento regional de ese estado, y en el de Baja Sajonia.
Es la primera ocasión que ese partido, refundación de antiguos comunistas y disidentes del SPD, entre ellos su ex presidente, Oskar Lafontaine, accede al parlamento de unos estados del occidente del país.
El partido de Merkel se impone por la mínima en Hesse
