Con el rescate de Ingrid Betancourt, el Gobierno colombiano asesta a las FARC uno de los golpes más duros hasta ahora. El Ejército logró infiltrarse en las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y liberar a la ex candidata presidencial, a tres estadounidenses y a once suboficiales de la Policía y el Ejército, las cartas más valiosas que la guerrilla tenía en su poder para una negociación.
El Gobierno convenció con esta operación a muchos escépticos y detractores de su política de "seguridad democrática" y se anotó un éxito que obligará a las FARC a replantearse muchas cosas.
"Una vez más, hacemos un llamamiento a los nuevos cabecillas de las FARC para que depongan las armas, para que no se hagan matar ni sacrifiquen a sus hombres, para que se desmovilicen", subrayó el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos.
El rehen más valioso
El cautiverio de Betancourt convirtió en prioridad internacional, por lo que era el rehen más valioso de la guerrilla, que aspiraban a un canje humanitario por cerca de medio millar de rebeldes presos.
Algo similar ocurría con los estadounidenses, Thomas Howes, Keith Stansell y Marc Gonsalves, que servían de comodín a las FARC para exigir que dentro del canje también se liberara a los guerrilleros 'Simón Trinidad' y 'Sonia', extraditados a EEUU hace más de dos años por narcotráfico.
El caso de Betancourt proyectó su figura a niveles altísimos. Miles de ciudades de Europa la declararon ciudadana de honor y su nombre fue propuesto a los premios Nobel y Príncipe de Asturias. Su suerte fue asunto de Estado para el anterior presidente francés, Jacques Chirac, y se convirtió en prioridad para el actual mandatario galo, Nicolas Sarkozy.
Palabras de elogio para la decisión de Uribe
Con su liberación Uribe se anota un tanto definitivo, que ha sido reconocido por gobiernos de todos los rincones del mundo, encabezados por el presidente francés. Su política ha sido reconocida incluso por Yolanda Pulecio, madre de Betancourt, que siempre se opuso a un rescate por temor a un desenlace fatal y se convirtió en una aguerrida crítica del gobernante colombiano dentro y fuera del país.
La propia Betancourt no tuvo sino palabras de elogio hacia el mandatario colombiano. "Yo quiero expresar al presidente Uribe mi reconocimiento y, claro, a mi amigo Juan Manuel Santos, ministro de Defensa, porque si ellos no hubieran tomado el riesgo que tomaron, nosotros no estaríamos libres y probablemente quién sabe cuántos años más estaríamos en ese calvario", manifestó Betancourt.
Las FARC, más debilitadas que nunca
El rescate debilita aún más a las FARC habían recibido ya golpes demoledores este año, uno de ellos la muerte en marzo pasado de su 'número dos', Luis Edgar Devia, alias Raúl Reyes, en un bombardeo en territorio ecuatoriano en el que murieron otras 25 personas.
Además, en marzo pasado murió, al parecer de causas naturales, el número uno y fundador de la guerrilla, Pedro Antonio Marín, alias Manuel Marulanda o 'Tirofijo'. Marulanda era la figura que daba cohesión a la guerrilla más antigua del mundo y una de las pocas que sobreviven.
En su primera declaración tras el rescate, Uribe avisó a la guerrilla de que "la (política de) seguridad democrática no es un fin en sí mismo, sino un camino a la paz total". Invitó a las FARC a liberar a todos los secuestrados como punto de partida para una negociación de paz.
Las FARC tienen ahora en su poder a 25 rehenes de unos 60 que formaban al comienzo el grupo de "canjeables" y, según el Gobierno, militares y expertos, no tienen más alternativa que liberarles ante los hechos, los golpes recibidos y el clamor mundial para que les pongan en libertad y abandonen la lucha armada.
