Fariñas se niega a ser un exiliado

El disidente cubano Guillermo Fariñas, que lleva 33 días en huelga de hambre para pedir la libertad de 26 presos políticos en la isla, aceptará la oferta española de prestarle atención médica sólo si puede regresar a Cuba. Esta ha sido la respuesta de Fariñas, transmitida por su portavoz, Liset Zamora, a la oferta de España de trasladarlo en avión ambulancia debido al empeoramiento de su salud, motivado por una infección hospitalaria.

La oferta la comunicó el consejero político de la embajada de España en La Habana, Carlos Pérez-Desoy, a la madre de Fariñas, Alicia Hernández, que lo acompaña en el hospital de la ciudad cubana de Santa Clara en el que, ingresó el pasado 11 de marzo por su grave nivel de deshidratación a consecuencia de su huelga de hambre.

El sicólogo y periodista opositor, de 48 años, ha rechazado antes varias ofertas de asilo, la primera de ellas de España, porque quiere desarrollar su lucha en Cuba y no convertirse en un exiliado. Esa es la razón por la que ha señalado que sólo aceptará viajar si le garantizan que puede regresar a la isla para seguir pidiendo la libertad de los 26 presos políticos que están enfermos, según la disidencia.

La esposa de Fariñas, Clara Pérez, asegura que la salud de su mario empeoró por una "infección severa" con estafilococo aureus que contrajo en el hospital por el catéter por el que era alimentado. Debido a esta infección el domingo hubo que retirarle la vía de alimentación parentelar que le suministraba azúcares, glucosa, aminoácidos, vitaminas y otros nutrientes desde que fue ingresado.

Desde la sala de cuidados intensivos del hospital Arnaldo Milián Castro, Clara Pérez explicó que "presentó fiebre alta el sábado" y que "le están aplicando un antibiótico y hay que esperar su efecto". Agregó la esposa que el disidente "está consciente" y que "en las últimas horas no ha tenido fiebre alta, aunque tiene la presión muy baja", lo cual fue ratificado por la portavoz.

Fariñas comenzó su ayuno tras la muerte en La Habana del albañil preso Orlando Zapata al cabo de una huelga de hambre de 85 días, y ha insistido en que sólo pide al presidente de Cuba, Raúl Castro, un "gesto humanitario": la excarcelación de los opositores enfermos. El gobierno cubano acusa a Zapata y Fariñas de ser delincuentes comunes y "mercenarios" al servicio de Estados Unidos.

Comentarios