El Congreso cierra las pretensiones de Zelaya de volver al poder

El Congreso de Honduras rechazó este jueves la restitución de Manuel Zelaya por una holgada mayoría, en una decisión que el depuesto gobernante calificó de "vergüenza" y que le deja sin opción de volver al poder en el marco del Acuerdo San José-Tegucigalpa.

"Esa sesión del Congreso es una vergüenza para Honduras, porque la mayoría de los diputados golpistas ratificaron el golpe contra el presidente constitucional", indicó Zelaya en una carta difundida poco después de que 111 de los 128 diputados del Congreso votaran en contra de su restitución, 14 a favor y 3 se ausentaran.

Zelaya dijo que "el pueblo hondureño debe saber que la mayoría de los diputados que han ratificado su delito son cómplices, son confesos, que están de acuerdo con la sangre que se derrama de mártires".

La sesión, que se prolongó durante más de ocho horas, se realizó mientras la policía impedía el paso hasta la sede del Legislativo, y con cientos de seguidores del presidente depuesto en las inmediaciones y que se retiraron sin incidentes antes de que concluyera la votación.

Continuidad a su lucha
"¿Qué sigue ahora? Pues me mantengo todavía en la Embajada de Brasil luchando por la condena a la dictadura y ahora también contra el fraude electoral que se hizo el domingo. Las elecciones no representan una salida para el país", dijo Zelaya. "Además, le ratifico al pueblo y la comunidad internacional que mi lucha es pacífica y continúo con mis principios democráticos", agregó.

Más de un mes después de la firma del Acuerdo Tegucigalpa-San José como solución a la crisis, tras unas elecciones que la mayor parte de la comunidad internacional no reconoce e, incluso, con un retraso de tres horas sobre la hora prevista, el Congreso hizo lo establecido en el pacto firmado el 30 de octubre.

El primer paso de la sesión fue la lectura de los informes pedidos al Ministerio Público, la Procuraduría, la Corte Suprema y la Comisionado de Derechos Humanos sobre la situación de Zelaya.

Votaciones
Luego, sin que las bancadas analizaran sus opiniones por separado y con la junta directiva del Congreso, como se había anunciado, arrancó la votación, que los diputados hicieron de manera individual y a viva voz, en algunos casos con largas intervenciones.

Antes, el Partido Nacional, considerado la clave en la votación, había anunciado públicamente que sus 55 diputados votarían en contra de la restitución de Zelaya. "Yo respaldo lo que el Congreso decidió esta noche (...), respeto la decisión del Congreso", dijo a un canal local Porfirio Lobo, del opositor Partido Nacional y ganador de las elecciones del domingo, que no reconoce la mayoría de la comunidad internacional al considerar que se realizaron en un marco de ruptura constitucional.

En el Parque Central y con el Congreso a la espalda de la primera línea de policías, cientos de seguidores se manifestaron en reclamo de la restitución de Zelaya sin que se produjeran incidentes.

La vicecanciller de Zelaya, Beatriz Valle, había adelantado que consideraba "descabellado" pensar que "los mismos que dieron el golpe contra el presidente vayan a decir que cometieron un error".

Acuerdo roto
Zelaya había anunciado que no aceptaría su restitución ya que sostiene que el Acuerdo Tegucigalpa-San José fue roto por el Gobierno de facto por no determinar su regreso al poder antes del 5 de noviembre, fecha para la que estaba prevista la formación de un Gobierno de unidad que Micheletti decidió formar unilateralmente.

Por su parte, Micheletti regresó a la Casa Presidencial, de donde se mantuvo "ausente" desde el pasado 25 de octubre, para afirmar que Zelaya ya es historia pero que iba a aceptar la decisión que tomara el Congreso.

"Creo que ya es historia porque ya el pueblo (...) dijo que no está de acuerdo con la posición de él de intentar (...) boicotear las elecciones", dijo Micheletti en alusión a los comicios del domingo, cuya participación las autoridades electorales sitúan sobre el 60 por ciento y los seguidores de Zelaya por debajo del 40 por ciento.

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