El asesino de Charleston, "a punto" de no perpetrar la matanza porque "fueron muy amables" con él

El presidente de Estados Unidos insiste en una reforma respecto a la posesión y venta de armas tras el asesinato de nueve personas en Carolina del Sur

Dyalann Roof , el  autor confeso de la matanza de nueve personas en una iglesia de Charleston, en Carolina del Sur, explicó a la policía que estuvo "a punto" de no disparar porque los feligreses, con quienes estuvo rezando durante una hora antes del tiroteo, fueron "muy amables" con él.

Sin embargo, el joven decidió finalmente que tenía que "seguir adelante con su misión", según concretaron esas mismas fuentes, desencadenando así la última matanza protagonizada por un joven armado en Estados Unidos.

Amigos y conocidos de Roof han contado a los medios que el joven hablaba de iniciar una "guerra racial" y de la segregación de los negros, pero nadie pensó que pudiera cometer una masacre.

El presidente de EE UU, Barack Obama, se refirió precisamente al caso este viernes, al afirmar que su país necesita un "cambio de actitud" ante el problema de la violencia causada por las armas antes de poder implementar una reforma significativa para controlar su posesión y venta, un objetivo que ha perseguido sin éxito durante su mandato.

Obama se refirió por segundo día consecutivo a la necesidad de un mayor control de armas a raíz del tiroteo que el miércoles dejó nueve muertos en una iglesia de la comunidad negra de Charleston (Carolina del Sur), y que ha conmocionado de nuevo al país.

"Necesitamos un cambio de actitud de parte de todos: los propietarios de armas que cumplen la ley y aquellos que no están familiarizados con las armas. Tenemos que tener una conversación sobre ello y arreglarlo", dijo Obama ante una conferencia de alcaldes de todo el país celebrada en San Francisco (California).

"Tenemos que tener un sentido de urgencia", agregó. "En último término, el Congreso seguirá al pueblo. Y tenemos que dejar de estar confundidos por esto. En algún momento, como país, tenemos que evaluar lo que está pasando".

Obama aseguró el año pasado que su mayor frustración como presidente ha sido el fracaso de sus esfuerzos por lograr un mayor control de la venta y posesión de armas en el país.

El debate sobre las armas se reabrió en 2012 en Estados Unidos a raíz de dos sucesos de ese año: la matanza en un cine de Aurora (Colorado), donde hubo 12 muertos y 58 heridos; y la ocurrida en la escuela Sandy Hook de Newtown (Connecticut), donde fueron asesinados a tiros 20 niños y 6 mujeres.

El Gobierno de Obama impulsó entonces un conjunto de medidas para reformar la legislación de control de armas, pero el Congreso no aprobó siquiera la que generaba más consenso: un sistema de verificación de antecedentes para impedir que las armas llegaran a los criminales o a las personas con problemas de salud mental.

"Sé que la política de hoy hace que sea menos probable que vayamos a ver una legislación seria sobre seguridad con las armas. He dicho otras veces que es muy improbable que este Congreso vaya a actuar al respecto", afirmó Obama.

"Creo que algunos periodistas se han tomado eso como una resignación. Quiero dejar claro que no estoy resignado. Tengo fe en que eventualmente haremos lo correcto. Simplemente estaba explicando que tenemos que mover a la opinión pública", continuó.

El año pasado Obama atribuyó durante un discurso parte del problema a que "la mayoría de los miembros del Congreso temen a la Asociación Nacional del Rifle (NRA)", que, junto a la industria armamentística, "está muy bien financiada y tiene la capacidad de mover votos".

Obama opinó que el Congreso estadounidense "actúa cuando el público insiste en la acción", y "la opinión pública puede cambiar", como está ocurriendo "con el matrimonio gay y el cambio climático".

"Pero tenemos que tener un sentido de urgencia. Nosotros, como pueblo, tenemos que cambiar. Así es como honramos a esas familias en Newtown, a esas familias en Aurora", sostuvo.

Obama dijo que no sabe si la legislación para un mayor control de armas que fracasó en el Congreso en 2013 "podría haber prevenido lo que pasó en Charleston, porque ninguna reforma puede garantizar la eliminación de la violencia, pero puede que todavía tuviéramos a algunos estadounidenses más con nosotros".

Cientos de personas se congregaron la noche del viernes en un estadio de Charleston para rendir homenaje a las nueve víctimas del tiroteo del miércoles, cuyo autor, el joven blanco de 21 años Dylann Roof, fue acusado este viernes de nueve delitos de asesinato que pueden acarrearle la pena de muerte.

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