El 32% de las familias griegas es incapaz de pagar la factura de la luz

Con un frío invierno en ciernes y tras seis años de crisis, los problemas de miles de familias griegas para hacer frente a su factura eléctrica se han hecho, si cabe, más patentes.

En 2013, según datos de la operadora griega de distribución de electricidad HEDNO, se han llevado a cabo 350.000 desconexiones de la red por impago de los propietarios, ante lo que varios movimientos sociales, emulando al legendario Robin Hood, han tomado la iniciativa y conectan de nuevo a los hogares que se quedan sin corriente.

"Al principio no sabíamos hacerlo, pero los propios electricistas que iban a cortar la luz nos enseñaron cómo hacerlo", explica Yorgos Bakayannis, de la asociación "Den plirono" (Yo no pago), uno de los colectivos que, desde comienzos de la crisis, devuelve la corriente a los hogares, y ha protagonizado otras acciones, como la de saltarse los peajes en las autopistas.

De acuerdo a un informe del laboratorio de ideas VaasaETT, Grecia está a la cabeza de los países europeos cuya población es incapaz de pagar sus recibos eléctricos, con un 32 % de los hogares.

Para hacer frente a este problema social, el Ejecutivo griego se ha comprometido a restablecer el suministro eléctrico a las personas que no pueden hacer frente a las facturas y que no hayan sido incluidas todavía en el programa social que subvenciona hasta el 70 por ciento del coste de la luz a 470.000 hogares.

Con ello, las autoridades pretenden además frenar el creciente robo de electricidad y el aumento de la contaminación atmosférica ocasionada por la quema de objetos como medio de combatir el frío.

Ante la falta de electricidad, muchas personas emplean puertas y todo tipo de muebles para hacer fuego, por lo que en las calles de las principales ciudades se percibe el fuerte olor a madera quemada, un combustible perjudicial para la salud y muy contaminante.

Según el ministro griego de Energía y Medio Ambiente, Yannis Maniatis, esta semana se ha restablecido la corriente a 4.000 hogares de forma gratuita.

En declaraciones a Efe, el portavoz de este ministerio, Panayotis Dimu, asegura que los beneficiarios del plan gubernamental serán "unas 15.000 personas que asisten regularmente a los comedores sociales".

Proporcionarles electricidad a coste cero supondrá para el Estado, según Dimu, un gasto anual de entre cuatro y cinco millones de euros, que se obtendrán a partir de cobrar 0,50 euros extra al año en la factura de la luz de otros ocho millones de hogares y empresas.

Desde el colectivo "Den plirono" desconfían de que la medida sirva para solucionar esta grave situación.

"No es verdad que pagando cincuenta céntimos vaya a arreglarse el problema porque desde 2010 ya tenemos un impuesto en la factura de la luz destinado a este fin y no ha servido para nada", asevera Bakayannis.

Tampoco parece convencido de esta medida el alcalde de Salónica, el independiente Yannis Butaris, que la califica de "sandez", ya que, en su opinión, no servirá para ayudar a las familias.

Sólo en Salónica, la segunda ciudad más grande de Grecia, hay 15.000 hogares sin electricidad.

Al recibir una llamada de alguien que necesita ayuda, los miembros de "Den plirono" se dirigen hacia la vivienda en cuestión y la conectan a la corriente de forma "totalmente gratuita".

"Cuando nos llaman están muy asustados porque piensan que están robando", relata a Efe Bakayannis, quien tilda de "crimen" el corte de la luz, pues "hay gente que está muriendo de frío porque no puede pagar sus facturas".

En las últimas dos semanas, tres personas han fallecido debido a accidentes ocasionados por el uso de braseros y velas en hogares sin electricidad, entre ellas una niña de 13 años en Salónica, cuyo caso provocó protestas de estudiantes y organizaciones sociales.

La iniciativa de "Den plirono" no es única y en la ciudad norteña de Veria, por ejemplo, se ha establecido el movimiento "¡Conecta la electricidad!", bautizado por sus conciudadanos como "los Robin Hood de la electricidad".

En otras localidades, sindicalistas cercanos al Partido Comunista y miembros del combativo sindicato GENOP, que agrupa a los trabajadores de la empresa pública de electricidad, han organizado patrullas de barrio para evitar las desconexiones.

Sobre la repercusión legal de sus acciones, Bakayannis asegura que cree en las leyes que "protegen a las personas" y se basan en la "solidaridad" y el "bien común", pues, según dice, "es muy fácil legislar desde una oficina bien climatizada".

Afirma que no tiene miedo a posibles sanciones y se muestra convencido de la necesidad de que existan comités como el suyo.

"Es nuestra obligación ayudar", declara.

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