Egipto condena a muerte al magnate que asesinó a una estrella del pop

La justicia egipcia ha condenado a la pena de muerte al magnate y senador Hisham Talaat Mustafá por ordenar y financiar el brutal asesinato de la cantante libanesa Suzanne Tamiz en julio de 2008.

Mustafá, de 50 años, ha sido declarado culpable de pagar más de un millón de euros al ex policía Muhsen el Sukkari, que apuñaló, degolló y desfiguró a la estrella pop. Sukkari también ha sido condenado a la pena de muerte por este asesinato. El móvil del crimen fue la venganza.

Mustafá es presidente de una de las más poderosas inmobiliarias de Egipto y dirigente del gubernamental Partido Nacional Democrático (PND), que encabeza el presidente, Hosni Mubarak. Mustafá ocupaba un escaño en la Cámara Alta del Parlamento (Shura) y es un personaje muy cercano a Gamal Mubarak, hijo del mandatario egipcio y secretario general del PND.

Envuelta en la polémica
Suzanne Tamim, de 30 años, había saltado a la fama en 1996, cuando ganó un concurso tipo Operación Triunfo en Líbano. Su belleza y su poderosa voz la encumbraron rápidamente en todo el mundo árabe, que seguía con avidez su turbulenta vida privada.

Los problemas con su segundo marido, el productor musical libanés Adel Maatouk, dieron paso a un divorcio escandaloso. Amparado en el contrato exclusivo que había firmado en su día con Tamim, Maatouk se dedicó a boicotear la carrera de la cantante, a la que perseguía con demandas legales y le tenía prohibido abandonar Líbano.

En 2004, Tamim se refugió en El Cairo. Al año siguiente, su ex marido la acusó de organizar, con la ayuda de un empresario egipcio, un atentado que le dejó herido. En 2007, desapareció de la escena pública. La siguiente noticia que se tuvo fue el hallazgo de su cadáver en su lujoso apartamento de Dubai.

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