EE.UU. afirma que el caso de espionaje no afectará a la relación con Rusia

El caso de espionaje en favor de Moscú desarticulado en EE.UU. por el que fueron detenidas diez personas ''no afectará a las relaciones'' entre Estados Unidos y Rusia, informó este martes la Casa Blanca.

El portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, dijo que las relaciones bilaterales se encuentran en su mejor momento desde la etapa de enfriamiento padecida durante el mandato del anterior presidente de EE.UU., George W. Bush.

Tras destacar los logros obtenidos desde que ambos países declararon un ''nuevo comienzo'' en la relación bilateral el año pasado, que incluyen la firma de un acuerdo de reducción nuclear, Gibbs afirmó que el caso de espionaje ''no afectará a las relaciones''. El presidente ruso, Dmitri Medvédev, visitó Estados Unidos la semana pasada y se reunió con su homólogo estadounidense, Barack Obama, el pasado jueves en la Casa Blanca.

Obama conocía la operación
Obama, reconoció este martes Gibbs, tenía conocimiento de la operación que preparaba la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) contra los sospechosos pero no sacó a relucir el asunto con su homólogo ruso, con el que sí abordó otros como las relaciones económicas, los programas nucleares de Irán y Corea del Norte o la cumbre del G20, que se celebró el pasado fin de semana en Canadá.

En dos comparecencias ante la prensa esta jornada, Obama declinó responder a preguntas sobre el caso de espionaje, que retrotrae a la época de la Guerra Fría. Por su parte, el subsecretario de Estado de EE.UU. para asuntos europeos, Philip Gordon, declaró que el Departamento de Estado mantiene conversaciones en Washington y Moscú con funcionarios del Gobierno ruso sobre el caso, pero declinó ofrecer detalles concretos.

Insistió en que con la llegada del presidente Obama a la Casa Blanca se abrió una nueva etapa en las relaciones entre Washington y Moscú. Reconoció, de todos modos, que todavía hay puntos de ''desacuerdo'', pero hizo hincapié en la voluntad de Washington de trabajar en la vía diplomática para superar esas diferencias.

Vidas normales
Según la Fiscalía de Nueva York, durante décadas los supuestos espías residieron en áreas suburbanas de Nueva York, Nueva Jersey y de Washington y llevaron vidas de cualquier ciudadano estadounidense.

Los sospechosos se mezclaban con el resto de la población y desempeñaban trabajos que no llamaban la atención, pero su actividad real era la de cualquier espía de manual, según los documentos presentados por la fiscalía ante un tribunal federal de Nueva York.

Trabajaban en parejas para Rusia -algo que el ministerio de Exteriores de ese país negó este martes y calificó de acusación ''malintencionada''- tenían identidades y pasaportes falsos, se reunían en secreto, escribían con tinta invisible y enviaban sus mensajes por radio a través de onda corta, y hasta tuvieron hijos en común para hacer más realista su situación en Estados Unidos.

Al llegar este martes a la fiscalía de Manhattan, el fiscal Michael Farbiarz dijo que ''ésta es sólo la punta del iceberg'', al referirse a los acusados y a una investigación que los agentes del FBI siguieron durante al menos siete años en Nueva York, Nueva Jersey, Massachusetts y el norte de Virginia.

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